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PP y PSOE, a la caza del 40% de los votos para garantizarse la Presidencia de la Junta en 2019
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PP y PSOE, a la caza del 40% de los votos para garantizarse la Presidencia de la Junta en 2019

miércoles 26 de septiembre de 2018, 22:01h
Hubo un tiempo, cuando dos partidos se disputaban la Presidencia de Castilla-La Mancha, que el suelo para asegurarse la mayoría absoluta estaba en obtener el 47% de los votos. Para las elecciones del 26 de mayo de 2019, los dos grandes, PP y PSOE, aspiran a alcanzar el 40%, aunque piensan que con un punto menos (39%) podrían asegurarse el gobierno en solitario. Esas son las cifras mágicas que ya se manejan en los cuarteles generales de ambas formaciones, que en sus estrategias de campaña estarán dirigidas a alcanzar esa cuota electoral.

Hasta la irrupción de los emergentes PP y PSOE se repartían entre el 82% y el 92% de los votos (la diferencia de 10 puntos viene dada por la variación del voto de centro -CDS-en unos casos o de izquierdas en otros, con Nueva Izquierda). En 2015 los dos grandes se distribuyeron el 73,6% de la tarta electoral. En las generales del 2016 la cuota de ambos en Castilla-La Mancha sumaba un 70,1% y los emergentes se quedaron en el reparto con un 27,7%.

En el PSOE se tiene ya el estudio hecho de en qué poblaciones hay que buscar crecer en cuota electoral, en qué colectivos y con qué temas. Es el equivalente al estudio de mercado de una empresa de bienes o servicios, que determina además las ideas fuerzas de la campaña y la imagen con la que intentar persuadir al electorado. La agenda del gobierno y de su presidente es un reflejo de esa estrategia. El marketing electoral se impone desde ya a la acción de gobierno.

A día de hoy, las encuestas no dan. En el PSOE reconocen que en el mejor de los escenarios repite los resultados de 2015 y no pasa de ese 36,1% que le dio 15 escaños en 2015. Se confortan porque -dicen- que los diferentes centros sociológicos con los que mantienen contactos les indican la tendencia de un incremento electoral de Ciudadanos, que en 2015 con un 8,64% se quedó en puertas de un diputado. Según las fuentes socialistas consultadas, el PP partiría a día de hoy con un 28% de la cuota electoral, lo que supondría 9,5 puntos menos que en 2015, cuando con un 37,5% se quedó a un escaño de los 17 que determinan la mayoría absoluta. La estrategia socialista pasa por alimentar a Vox y a Ciudadanos para restarle votos al PP. De ahí que haya que filtrar cualquier información en que involucre a “las derechas”, término con el que se refieren al PP a Vox y a Ciudadanos. La idea es quitarle la imagen de centro al partido de Rivera, porque en ese espacio al menos hay más de 100.000 votos circulantes.

Miran a la izquierda y trabajan por mantener a Podemos dentro del Gobierno para que no pueda hacer un discurso regional de izquierdas diferenciado. El obstáculo está en el portavoz parlamentario de Podemos, David Llorente, del ala crítica, que pide la ruptura del gobierno de coalición. Este hecho condiciona la acción parlamentaria del Ejecutivo, que no quiere arriesgarse a que Llorente les tumbe leyes tan sensibles como la de los presupuestos. Podemos obtuvo cerca del 10% de los votos en la cita de 2015, a la que concurrió por separado de Izquierda Unida. La cuota de las dos últimas generales (ya con IU) se mueve en la horquilla del 13,6% y 14,6%. Para los estrategas del PSOE, lo que pierda Podemos lo puede captar la candidatura de García-Page, aunque promocionan al Partido Animalista (PACMA) como baúl receptor de votos fugados de Podemos que no capte el PSOE. El Partido Animalista obtuvo un 0,98% de los votos en 2015.

En el cuartel general del PSOE en Santa María la Blanca tienen la confianza de que, llegado el momento, habrá entendimiento con Albert Rivera y Ciudadanos para que gobierne García- Page. Uno de los argumentos es porque Rivera y García-Page comparten enemigo común en el socialismo: Pedro Sánchez; y que Rivera necesita tener interlocutores dentro del PSOE tanto a corto como a medio plazo.

En el PSOE además se mueven con el argumento de Ciudadanos de que apoyará la lista más votada. A día de hoy esa variable, que era una máxima de los naranjas, se ha quedado antigua y ya ha cambiado. Ciudadanos necesita ejercer poder territorial para dar el salto como alternativa nacional. Se da por sentado que tras las elecciones autonómicas se producirá una negociación nacional para acuerdos globales, lo que se conoce en el argot como “cambio de cromos”. Y que esa negociación se dará tanto en las formaciones de izquierda y centro izquierda como en las de derecha y centro derecha. Esa negociación trastocaría la creencia y los planes de los estrategas del PSOE regional, máxime porque en la mesa de negociación uno de los interlocutores por el PP será el castellano-manchego Vicente Tirado.

En el PP, los datos que se manejan son otros. Se tienen como la primera fuerza política regional en un escenario sin mayorías absolutas. Y así lo dicen los estudios que manejan.

Ideológicamente preferirían que Podemos, que en 2015 con el 9,73% de los votos se hizo con dos diputados, en 2019 se quedase por debajo del 9% y que no le pueda prestar escaños al PSOE, lo que dejaría la región a un acuerdo entre dos de tres. En el PP estiman que Ciudadanos se pegaría un tiro en el pie si toma el relevo de Podemos en Castilla-La Mancha para apoyar al PSOE. Al margen de las preferencias, en el PP creen que Podemos, que ahora concurrirá con Izquierda Unida, no sólo no bajará, sino que tendrá una cuota en torno al 15% y que su crecimiento será en detrimento de la cuota del PSOE.

La experiencia de 2015 revela que un escaso margen que no llega ni a un punto, 11.000 votos aproximadamente (depende de la participación) pueden decidir las mayorías. De ahí que las encuestas se miren con lupa y se tomen como marcadoras de tendencia, pero sin fiabilidad en la distribución de escaños, porque todas presentan márgenes de error superiores al 1%. En 2015 la participación de casi 1.120.000 castellano-manchegos del 72,77%. Y aunque con ese escaso margen todos los territorios son decisivos, en un próximo reportaje se analizarán las poblaciones que los diferentes partidos consideran estratégicas para sus propósitos, especialmente para los dos grandes y su deseado 40%. En una cosa coinciden en PSOE y PP, la polarización de la campaña puede elevar la participación y las posibilidades de ambos de subir su cuota electoral.

A falta de encuestas regionales, los datos sociológicos que se manejan son nacionales, que no son extrapolables, habida cuenta de que el tipo de elección es diferente, los líderes son otros y que a nivel nacional hay formaciones que tienen una presencia muy desequilibrada en territorios (caso del PP en Castaluña y País Vasco) lo que hace que en aquellos con menor arraigo les baje la media que sube gracias a un mayor respaldo en otras zonas. El portal eletocracia.com presenta tendencia actualizada sitúa la valoración política media nacional del PSOE en el 26%, la del PP en el 24,1%, la de Ciudadanos en el 22,1% y la de Podemos en el 18%. Los datos son a 24 de septiembre.

PD.: El gobierno regional ya ha puesto en marcha la maquinaria burocrática electoral, con la aprobación de la licitación por 248.000 euros para la impresión de 32.650.000 papeletas electorales, cifra con la que se considera garantizada que en todas las mesas electorales haya cantidad suficiente de papeletas de todas las formaciones que concurran a la convocatoria del próximo 26 de mayo.

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