Publicado en una de las revistas científicas de más alto impacto el ámbito de la Pediatría, JAMA Pediatrics, el artículo ha analizado un total de treinta y dos estudios previos -publicados entre los años 1999 y 2022- que incluyeron a un total de 63 181 participantes de dieciséis países que realizaron el denominado cuestionario SCOFF para evaluar eventuales trastornos alimentarios. El cuestionario SCOFF debe su nombre al acrónimo de las preguntas de cada ítem en inglés: Inducirse vómito (Sick), control sobre la ingesta (Control), Pérdida de peso (out weight), sentirse gordo (Fat) y la comida domina la vida (Food).
Según el profesor López Gil, identificar la magnitud de los trastornos alimentarios y su distribución en las poblaciones de riesgo resulta crucial para planificar y ejecutar acciones dirigidas a prevenirlos, detectarlos y enfrentarlos. A su juicio, las evidencias de este estudio pueden ayudar a los y las profesionales de la salud y de la educación, así como a las familias a comprender la magnitud del problema y desarrollar estrategias de prevención e intervención.
Además del autor principal, que es investigador postdoctoral Margarita Salas en el Centro de Estudios Sociosanitarios de la UCLM (Cuenca), este estudio y metanálisis cuenta con la participación de otros tres investigadores de la Universidad regional: Estela Jiménez López, de la Facultad de Enfermería de Cuenca; Pedro J. Tárraga López, de la Facultad de Medicina de Albacete; y Arthur Eumann Mesas, vinculado también al Centro de Estudios Sociosanitarios. El equipo se completa con especialistas de las universidades de Harvard, Cambridge, Manchester, Londrina (Brasil), de las Américas, en Quito (Ecuador), Pública de Navarra y Católica de Murcia, así como del Hospital Universitario de Navarra (HUN).