"Esta solidez de la demanda doméstica se debe a la resistencia mostrada por el consumo de los hogares, que podría registrar un crecimiento nulo, frente a la tasa negativa que se preveía anteriormente, y, sobre todo, por el avance de la inversión en construcción, que podría crecer un 3,5% frente a las proyecciones anteriores que estimaban un descenso del -1,2%", señala la Cámara de Comercio.
Por el contrario, vaticina que la evolución de la inversión en bienes de equipo será peor de lo estimado y es previsible que registre tasas negativas. También el sector público contribuirá a mantener la aportación al crecimiento de la demanda nacional al cierre del año, con un crecimiento del 2%, que podría estar reflejando una mayor actividad ligada a la ejecución de los fondos 'Next Generation UE'.
DESACELERACIÓN DE LAS EXPORTACIONES
En cuanto al sector exterior, el organismo prevé una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las exportaciones, coherente con el menor dinamismo de las economías de los principales países de destino de las ventas exteriores españolas.
Así, estima que en 2023 las exportaciones crezcan menos de lo previsto (+3,1%), aunque a una tasa superior a la de las importaciones (+0,5%). Esta situación permitirá que la demanda externa mantenga como pilar clave del crecimiento este año. Sin embargo, espera que en 2024 la demanda nacional sustituya a la demanda externa como motor del PIB, ya que las exportaciones y las importaciones crecerán prácticamente lo mismo, algo por encima del 1%.
REDUCCIÓN DE LA TASA DE PARO Y DE LA INFLACIÓN
Respecto al mercado laboral, la Cámara de Comercio anticipa que 2023 terminará con una tasa media de paro del 12,7%, que se reducirá
tan solo dos décimas, hasta el 12,5%, en 2024. A lo largo de 2023 y 2024 se podrían crear medio millón e puestos de trabajo a tiempo completo.
Con relación a la inflación, destaca que se mantiene la tendencia a la moderación, con una estimación de la inflación media del 3,8% en 2023 y 2,8% en 2024, aunque sean todavía niveles "considerables", especialmente en lo que se refiere a la inflación subyacente, que se situará en el 6,3% en 2023 y 3,4% en 2024.