Tras numerosas gestiones que corroboraron las sospechas de los agentes, se procedió a la entrada y registro de la vivienda, encontrando en su interior 645 plantas de cannabis en diferentes estadios de crecimiento y floración. En total se han incautado 65 kilos de marihuana.
El estupefaciente estaba repartido en diferentes estancias, con infraestructura adaptada para maximizar el cultivo y con una instalación eléctrica dispuesta para abastecer los aparatos de climatización, extracción de aire, lámparas y un sistema de riego.
Además de todo este material, también se incautaron numerosos productos fertilizantes utilizados para forzar el crecimiento de las plantas.
Aunque la vivienda disponía de un sistema de vigilancia por control remoto y en el momento del registro no se localizó a nadie en el interior, posteriormente se detuvo a un total de cinco personas, a las que se les imputa un delito contra la salud pública.
Por último, se logró esclarecer la existencia de un enganche ilegal al suministro eléctrico, por lo que al principal investigado también se le imputa un delito de defraudación de fluido eléctrico. La investigación continúa abierta sin que se descarten nuevas detenciones.