Según ha informado el Instituto Armado, la red tenía su base en Madrid y Toledo, desde donde gestionaba el transporte de la droga hacia diferentes puntos de España, especialmente el País Vasco, La Rioja, Castilla y León y Asturias. Para el traslado utilizaban vehículos equipados con sofisticados dobles fondos controlados mediante mandos a distancia e imanes, valorados en hasta 70.000 euros por su complejidad.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Logroño, ha incluido registros en Palencia, Asturias, Madrid, Toledo, Álava y La Rioja, donde los agentes localizaron documentación contable que detallaba las rutas, cantidades y precios de la droga distribuida.
Los investigadores pudieron identificar la estructura jerárquica del grupo, desde los cabecillas hasta los distribuidores provinciales. En Yuncos e Illescas (Toledo) se situaban los principales almacenes de estupefacientes, desde los que se coordinaba la distribución por el resto del país.
La operación se inició a principios de año, tras detectar la presencia de una organización que operaba con vehículos de alta gama utilizados como “lanzaderas” para evitar los controles policiales.
Con esta actuación, la Guardia Civil da por desarticulada una de las redes de distribución de droga más activas en el centro de España.