"Desayunamos todos los días con personajes que pensabas que eran magníficos y terminan siendo un infierno", ha dicho, aseverando que hay quien "miente con descaro tremendo" y otros que "faltan a la verdad toda la semana 60 veces".
"Vivimos una época muy grave, por las redes sociales, cuesta distinguir lo que es verdad de lo que es una manipulación. En momentos tan duros en los que se relativiza la credibilidad, no cotiza ser creíble", ha lamentado.
Con todo, ha indicado que la clase política debería esforzarse para que "sea normal que un político intente cumplir lo que promete". "No digo que lo consiga, pero lo que mueve a la sociedad es la coherencia. No se puede mentir con impunidad y que no pase nada", ha zanjado.