Efectivamente, de mantenerse esa situación, afectará a las nuevas emisiones, tanto a tipo fijo como variable, que haga la Junta de Comunidades y, aún más, dificultará su suscripción habida cuenta de la elevada tasa de endeudamiento.
El Gobierno aplicó para realizar su presupuesto 2016 las previsiones y proyecciones del Fondo Monetario Internacional de septiembre de 2015, hoy totalmente rebasadas por los acontecimientos.
A finales de 2015, el Gobierno Regional tenía más de 2.100 millones de endeudamiento a tipo variable. Los otros 11.000 millones de euros restantes lo eran a tipo fijo. En lo que llevamos de año el sobreprecio de la deuda país ha subido 0,39 puntos. Lo peor es que cuando el Gobierno Regional llevó a cabo la planificación presupuestaria para 2016 la dinámica internacional era otra y se confiaba en una bajada sustancial de los tipos a pagar por la deuda, hasta situarse por debajo de los 80 puntos.
Se pensaba en esa reducción de la prima de riesgo (diferencia entre el bono alemán y español a diez años) y en el mantenimiento del dinamismo de la economía. Ahora el plan de contingencia es confiar en que el repunte sea algo coyuntural y que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Dragui, impulse la política monetaria expansiva y sitúe el precio del dinero en negativo y que los mercados respondan a esos estímulos.
El consejero de economía, Juan Alfonso Ruíz Molina, lo explicaba tras entregar el proyecto de Ley de Presupuestos de la Junta de Comunidades al presidente de las Cortes para su tramitación parlamentaria. Apeló al petróleo, al Banco Central Europeo, a nuestro sector empresarial… Las velitas estaban encendidas.
El papel, que como dicen los economistas “lo soporta todo” los datos para el próximo año contemplan que Castilla-La Mancha gastará en 2016 más de 200 millones de euros para pagar intereses de deuda y préstamos y otros 1.300 millones para amortizaciones. Pero el saldo de endeudamiento previsto a final de este año será mayor que el de 2015, en 400 millones porque si bien se van a amortizar 1.300 millones de deuda existente, el gobierno tiene previsto suscribir nueva por otros 1.700 millones. Ese incremento hace peligrar el objetivo manifestado por Ruíz Molina de situar el endeudamiento en el 33 por ciento del PIB regional, habida cuenta que los últimos datos del tercer trimestre de 2015 la situaban en el 34,2 por ciento.