Para 2025, las previsiones de CaixaBank Research apuntan a un crecimiento del PIB del 2,0%, tasa ligeramente inferior a la del conjunto del país (2,5%). La contención de la inflación, la reducción de tipos de interés y el dinamismo del mercado laboral apoyarán el gasto de las familias. Además, la construcción seguirá siendo un motor del crecimiento y se mantendrá la senda positiva de la actividad agraria. En sentido contrario, destacan el freno de la actividad en el sector terciario y el necesario ajuste de las cuentas públicas.
Buena evolución del empleo
El empleo en Castilla-La Mancha está teniendo una evolución positiva, aunque algo menos dinámica que en el conjunto del país. En 2024, los afiliados crecieron un 1,8% en media (2,4% en España), mientras que en el arranque de este año el ritmo se acelera ligeramente (2,0% interanual en febrero vs. 2,4%): en el último año, la creación de empleo en actividades profesionales, hostelería y, sobre todo, transporte contrarresta la caída de la ocupación en suministro de energía. En cuanto a la tasa de paro, en el 4T 2024 superaba los registros para el conjunto del país (11,9% vs. 10,6%).
Consumo por encima de la media y sector industrial por debajo
Atendiendo a los datos de Caixabank Research, el consumo en la región está mostrando en los últimos años una evolución más robusta que el promedio del país, lo que se refleja en las ventas del comercio minorista (en volumen): tras los buenos registros de 2024 (2,5% vs. 2,1% en España), este año intensifican su crecimiento hasta el 4,9% interanual en enero, un ritmo muy superior al promedio (2,3%). Estos datos positivos contrastan con el prolongado descenso que sufren las matriculaciones de turismos, tanto en 2024, con en el segundo peor registro del país (–9,5% vs. 7,1%), como en los primeros meses de 2025 (–2,3% interanual hasta febrero vs. 8,4%).
Por otro lado, el comportamiento de la actividad industrial los últimos años está siendo algo más modesto que la media, en un contexto de debilitamiento de la demanda global. Así, en 2024, lastrado por todas las ramas, salvo la de bienes de equipo, el IPI cayó un 0,5% frente al crecimiento del 0,7% para el conjunto de España. Los primeros datos de 2025 podrían apuntar a una reactivación del sector: en enero, el crecimiento fue del 3,5% interanual, frente al retroceso del 1,0% a nivel nacional.
Las exportaciones de mercancías vienen mostrando mejor tono que el conjunto del país. En 2024, crecieron un 8,8%, en contraste con el estancamiento a nivel nacional, gracias al tirón de las ventas de bienes de equipo (equipos de oficina y motores, principalmente), semimanufacturas (neumáticos y cámaras) y alimentos (aceites, frutas y legumbres). En el arranque de 2025 se intensifica el crecimiento: 17,5% interanual en enero (–1,2% en España), el mejor dato de todas las regiones.