Es una realidad, a los españoles desayunar cada vez nos cuesta más caro. Según los últimos datos del IPC publicados por el (Instituto Nacional de Estadística) INE, entre enero y agosto de este año los productos estrella de la despensa han disparado sus precios, y no hablamos de caprichos gourmet, sino de básicos de toda la vida: café, huevos, chocolate y cacao.
Otros alimentos también han hehcho subir en gran meduda la cesta de la compra, como la carne de vacuno (+9,3%), los frutos secos (+5,7%), el pescado congelado (+5,2%) o la leche entera (+4%). Por el contrario, hay productos que han dado un respiro al bolsillo como el aceite de oliva, que ha bajado nada menos que un 34,5% en lo que va de año (y un -43,7% en los últimos doce meses), el azúcar (-6,3%) y hasta la pizza (-0,8%) se han abaratado.
Detrás de este rally alcista del café hay varias explicaciones: sequías y heladas en países productores han reducido las cosechas, los conflictos internacionales han encarecido la distribución y, para rematar, la demanda no deja de crecer en mercados emergentes como China.
En definitiva, preparar un desayuno “de manual” con café, tostada y huevos se ha convertido en un pequeño lujo.