Durante la reunión se han explicado los criterios que han permitido ajustar el perímetro de implantación, tras la instalación de medidores de calidad del aire en distintos puntos urbanos. Igualmente, se ha presentado la plataforma de registro de vehículos vinculada a la ZBE y el sistema de control de accesos, que garantizarán una aplicación clara y ordenada de la normativa.
El concejal de Movilidad, Miguel Hervás, ha valorado positivamente el respaldo del Consejo a este documento, destacando que “este es un paso más hacia la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en Ciudad Real, una herramienta necesaria para cumplir con la normativa estatal y europea en materia de calidad del aire, pero que hemos querido adaptar a la realidad de Ciudad Real”.
Hervás ha subrayado que la futura zona “será menos restrictiva y no supondrá grandes inconvenientes para los ciudadanos, ya que se ha diseñado pensando en compatibilizar la protección del medio ambiente con la movilidad cotidiana de los vecinos y la actividad económica del centro”.
Asimismo, el concejal de Movilidad, ha puesto en valor la participación activa del tejido asociativo y ha subrayado que el propósito del Ayuntamiento es “avanzar hacia un modelo de ciudad sostenible y saludable, alineado con los compromisos de calidad ambiental”. La ordenanza continuará ahora su tramitación ordinaria y será elevada al próximo pleno municipal para su aprobación inicial.