La iniciativa incluye la sensorización de granjas proveedoras, que recopila datos productivos —como el consumo de agua o pienso— y ambientales —temperatura, humedad o gases—. Esta información se integra en una red basada en blockchain que permite monitorizar el bienestar animal, reforzar la trazabilidad y mejorar la toma de decisiones mediante análisis predictivos, elevando así la calidad final de la carne y del jamón.
Por su parte, MECATEC se centra en la digitalización del transporte de animales vivos. En este ámbito, Incarlopsa ha desarrollado un sistema binocular de conteo automático con un margen de error mínimo (uno por cada 26.000 animales), ha calculado la huella de carbono de sus operaciones logísticas y ha optimizado la comunicación con proveedores y administraciones para lograr una gestión más eficiente y sostenible.
Estas iniciativas reflejan la apuesta decidida de la compañía por la tecnología aplicada al bienestar animal, la eficiencia y la sostenibilidad, pilares que guían su modelo de crecimiento.
Una estrategia de innovación integral
Los proyectos MODELCHAIN y MECATEC forman parte de una estrategia global de innovación que impregna toda la actividad de Incarlopsa. La empresa concibe la innovación como una cultura transversal, integrando tecnología, sostenibilidad y talento para impulsar la transformación del sector agroalimentario.
En los últimos años, la compañía ha reforzado su colaboración con universidades y centros tecnológicos, como la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), para avanzar en soluciones que mejoren la eficiencia industrial y la calidad de los productos.
Solo en 2024, Incarlopsa destinó más de 30 millones de euros a inversiones orientadas a la modernización industrial, la eficiencia energética y la sostenibilidad, consolidando su posición como uno de los referentes en transformación tecnológica del sector cárnico español.