Castilla-La Mancha también se encuentra entre las comunidades beneficiarias de Emplea Rural, el programa de la Fundación Mahou San Miguel que ofrece formación técnica en hostelería y turismo a jóvenes y colectivos vulnerables. En municipios como Daimiel o Brihuega, la compañía ha facilitado ya parte de las 135 formaciones impartidas a nivel estatal, con una inserción laboral del 80%, según los datos del informe Impacto socioeconómico de Mahou San Miguel en 2024.
Desde la empresa subrayan el valor estratégico de estos proyectos para sostener la actividad económica en los pueblos. “La hostelería es el corazón de la vida social en los pueblos y un motor económico imprescindible”, recuerda Miguel Ángel Miguel, director general de la Unidad de Negocio España de Mahou San Miguel, que destaca el compromiso de la empresa con el desarrollo de todas las zonas rurales del país.
Más de 300 millones y 6.000 empleos en la España rural
A nivel estatal, Mahou San Miguel generó en 2024 más de 300 millones de euros en municipios rurales y cerca de 6.000 empleos, con presencia en el 71% de las localidades de menos de 5.000 habitantes y en el 62% de las zonas en riesgo de despoblación. La compañía se posiciona así como una de las grandes palancas para la vertebración del territorio, gracias a su red comercial y a sus programas de apoyo a la hostelería.
Impacto nacional: un euro de riqueza por cada botellín producido
El informe también detalla el peso de Mahou San Miguel en el conjunto de la economía española. En 2024, su actividad generó un impacto económico de 8.529 millones de euros, equivalente al 0,5% del PIB. La compañía calcula que por cada botellín de cerveza producido genera un euro de riqueza en España.
En materia de empleo, Mahou San Miguel contribuyó a la creación de 183.575 puestos de trabajo, entre directos, indirectos y asociados a su red hostelera, un 2% más que el año anterior. De ellos, 3.729 corresponden a empleo directo y 179.846 a actividad inducida a través de su cadena de valor.
Con estos datos, la empresa se mantiene como uno de los principales agentes económicos del sector y un soporte clave para la hostelería y la economía rural, incluida la de Castilla-La Mancha, donde sus programas continúan extendiéndose para frenar la pérdida de población y reforzar la actividad local.