Tras la noticia, indica el Arzobispado que respeta la sentencia de la autoridad judicial competente, "que aún no es firme" y prevé "ulteriores actuaciones judiciales, pues ambas partes manifestaron su voluntad de recurrir la sentencia en caso de que fuera desfavorable para su causa".
"Desde la recepción de las noticias indirectas sobre esta acusación, se efectuaron los trámites prescritos por la ley vigente para indagar su verosimilitud. La misma justicia sobreseyó en cuatro ocasiones la causa", precisa el Arzobispiado en su comunicado, reparando además en que "en ningún momento el denunciante se ha dirigido a la autoridad eclesiástica diocesana para presentar acusación formal en sede canónica contra el sacerdote en cuestión".
Con todo, añaden que el procedimiento canónico en estos momentos "está bajo supervisión del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y aún no ha llegado a concluirse, por respeto a los tiempos de los tribunales"; además de que el sacerdote "está en situación de apartamiento del ministerio público desde que el tribunal estimó conveniente abrir juicio oral contra su persona".
"Manifestamos nuestra solidaridad con la víctima y su entorno y quedamos a la espera de la resolución firme de la justicia para actuar en consecuencia. Igualmente esperamos la resolución del Dicasterio para Doctrina de la Fe. Reiteramos nuestra disposición a escuchar a la víctima y acoger su dolor y peticiones. Entre tanto, sigue adelante el procedimiento de esclarecimiento canónico y el apartamiento del ministerio público del sacerdote acusado", rematan.