A su llegada, los servicios de emergencia solo pudieron certificar el fallecimiento de la víctima, un varón de unos cuarenta años que sufrió un fuerte impacto tras precipitarse desde gran altura.
La Policía ha abierto diligencias para esclarecer las circunstancias, aunque las primeras hipótesis apuntan a un posible suicidio.
Este suceso vuelve a poner de relieve la incidencia del suicidio, que se ha convertido en la principal causa externa de muerte en España. Solo en Castilla-La Mancha, los últimos datos del INE reflejan un aumento de los casos en los últimos años, lo que ha llevado a asociaciones y colectivos sanitarios a reclamar más recursos en salud mental y campañas de prevención específicas.
En Toledo, organizaciones como el Teléfono de la Esperanza insisten en la necesidad de visibilizar esta realidad, ya que cada llamada de auxilio puede convertirse en una oportunidad para salvar una vida.