El resultado de Burberry refleja un impacto negativo extraordinario de 37 millones de libras (42 millones de euros) por costes de reestructuración, principalmente relacionados con el pago de indemnizaciones por despido y gastos de consultoría.
La cifra de negocio de la firma británica alcanzó en el semestre los 1.032 millones de libras (1.170 millones de euros), un 5% por debajo del dato del ejercicio anterior en cifras absolutas y un 3% menos a tipo de cambio constante.
En concreto, el área minorista redujo un 3% la facturación, hasta 854 millones de libras (968 millones de euros); el negocio mayorista bajó un 12% los ingresos, hasta 148 millones de libras (168 millones de euros); y los ingresos por licencias cayeron un 5% interanual, hasta 30 millones de libras (34 millones de euros).
En cuanto a las distintas regiones, las ventas comparables en Europa, Oriente Próximo, India y África (EMEIA) crecieron un 1% en el semestre y entre julio y septiembre, mientras que en América aumentaron un 3% en ambos periodos.
De su lado, en el caso de China, si bien la facturación semestral comparable disminuyó un 1%, los ingresos aumentaron un 3% interanual entre julio y septiembre, registrando el primer repunte de ingresos en varios trimestres. En Asia Pacífico, los ingresos de Burberry cayeron un 2% en el semestre y se mantuvieron estables entre julio y septiembre.
"Hemos comenzado a ver cómo los clientes regresan a la marca que aman, lo que se traduce en un crecimiento de las ventas en tiendas comparables por primera vez en dos años", declaró Joshua Schulman, consejero delegado de la compañía.