El banco malagueño cerró el anterior ejercicio con unas ganancias de 267 millones de euros, un 4% inferiores a las cosechadas en 2022. Pese al recorte de las ganancias, Unicaja afronta un pago superior por el”‘impuestazo” debido al ensanchamiento de los márgenes de intereses, que generó más ingresos a la entidad.
En este sentido, el gravamen extraordinario grava el 4,8% de la facturación de determinadas entidades en el mercado nacimiento, hecho que afecta directamente a Unicaja, al concentrar la entidad todo su negocio en el país. Además, es una de las firmas más afectadas por este gravamen, no tanto por la cantidad que debe asumir, sino por lo que el dinero a pagar por el impuesto supone sobre las ganancias totales y el consiguiente deterioro contable que conlleva.