- Desde el ámbito de la política y en Castilla-La Mancha ¿qué conclusiones saca sobre la crisis sanitaria provocada por el coronavirus? ¿qué debilidades ha dejado al descubierto y qué es lo que habría que hacer?
Nadie esperaba una pandemia, un fenómeno imprevisto que ha marcado nuestras vidas, que ha alterado por completo los comportamientos sociales, la economía, que marca nuestro presente y nuestro futuro, generando incertidumbre personal y social. La crisis, efectivamente era inicialmente sanitaria, pero el hecho de que se prolongue en el tiempo ha trasladado el problema a todos los sectores de la sociedad, y a la economía global.
Hemos de decir que la Sanidad ha resistido a un fenómeno muy complicado para el que nadie estaba preparado, y sobre el que nadie tenía una metodología como respuesta. Los responsables políticos, las autoridades sanitarias, los propios sanitarios, pero en general todo el mundo, se sintieron sorprendidos ante un fenómeno que está marcando la vida de toda una generación. Sin duda este tiempo lo recordaremos como La Gran Pandemia Universal, como el día que se paró el Planeta. Nunca nos imaginamos que esto podría suceder.
Nuestra sanidad, la Sanidad Pública, ha respondido bien. Es cierto que no sin dificultad ante la lógica imprevisión de los primeros momentos. Tenemos unos magníficos profesionales que se han desvivido y se han entregado, en cuerpo y alma, para dar respuesta a una complejidad sanitaria sobrevenida, para dar respuesta a los enfermos de COVID.
La Pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de tener y reforzar la Sanidad Pública, por encima de las coyunturas. La crisis económica de 2008 y el intento de cambiar el modelo sanitario hacia otro de rentabilidad impropia, descapitalizó en cuanto a medios materiales y personales un servicio imprescindible. La sanidad tiene una rentabilidad social, y nunca de ella debe derivarse un beneficio económico. Y eso tiene que quedar absolutamente claro. ¡No me quiero ni imaginar que hubiera sido de nosotros con una sanidad precarizada y escuálida como la que nos dejaron! Afortunadamente, lo hecho en nuestra Región desde 2015 para recuperar el sistema sanitario público ha ayudado a afrontar esta crisis de mejor manera. Y el Gobierno de Castilla–La Mancha, Emiliano Garcia-Page, no ha escatimado esfuerzo en la contratación de más profesionales y más medios para atender las necesidades que iban surgiendo.
Somos conscientes de la obligación que tenemos de consolidar y blindar el sistema sanitario como un derecho fundamental, accesible en igualdad de condiciones a toda la ciudadanía. Castilla–La Mancha ha tomado conciencia de la necesidad de tener un abastecimiento sanitario suficiente, capaz de afrontar los imprevistos. Por eso hemos sido la primera Región en aprobar, por Ley, una reserva estratégica de material sanitario, para que no nos vuelva a pasar lo que sucedió en las primeras semanas de la pandemia al colapsarse los mercados mundiales de productos sanitarios.
- Con un presupuesto no financiero de 9.667 millones de euros, el peso del sector público en Castilla-La Mancha es decisivo en la recuperación de la economía regional ¿Va a permitir transformar nuestro modelo productivo? ¿Va a permitir recuperar lo perdido por la crisis sanitaria?
Posiblemente sea Castilla-La Mancha una de las regiones en las que el peso del sector público en la economía es más fuerte, en torno al 25% del PIB. Nuestra propia configuración geográfica, la dispersión, la densidad de población hacen que en nuestra economía el papel de la Administración tenga este peso tan importante. Por eso es fundamental mantener unos presupuestos fuertes, porque la propia Administración juega un importante papel en la dinamización de la economía regional.
Pero, además, en esta ocasión los Presupuestos cuentan con unos 1.600 millones de euros más. Sin duda una cantidad muy importante para, con ellos, no solo afrontar la crisis sobrevenida, sino también para dar respuesta a la recuperación económica que ha de acometerse a lo largo de los próximos años. Estas cantidades añadidas proceden de los Fondos Europeos, las ayudas del Estado y una cierta parte de endeudamiento. El año 2021 ha de ser el de la recuperación, y hemos de tener confianza en ello, muy particularmente ahora cuando parece que la vacuna anti COVID nos empieza a abrir nuevas expectativas.
Es obvio que esta crisis derivada de la pandemia trae consigo, también, nuevas oportunidades de recuperación, muy particularmente en el ámbito de la TIC – que están experimentando un tremendo impulso derivado del confinamiento por la necesidad de comunicación, el teletrabajo y nuevas opciones de consumo -. Sin duda, se están estableciendo las bases de un nuevo modelo productivo, las TIC, las nuevas energías, el desarrollo sostenible, el teletrabajo…
Tardaremos en recuperar lo perdido, pero no tanto como en la anterior crisis del 2008. Creo que en 2021, si nada se tuerce, podremos percibir una fuerte recuperación, que se prolongará en los años sucesivos hasta acercarnos a la normalidad económica, y con ella, al modelo de vida que siempre nos ha caracterizado, dinámico, abierto, solidario.
- ¿Cuáles son los principales aciertos y las principales carencias del presupuesto del gobierno regional 2021 para avanzar en esa recuperación?
Un Presupuesto no se mide por sus aciertos y sus carencias, sino por su eficacia. Y la eficacia de estos presupuestos ha de estar en seguir priorizando los pilares básicos del Estado de Bienestar, esos que cimientan la convivencia, la cohesión social y la solidaridad. Sanidad, pública, universal y gratuita para toda la ciudadanía, donde además ha de hacerse un esfuerzo en personal y tecnología, pero también en dar un fuerte impulso a los nuevos hospitales, como el de Toledo, que pronto estará en funcionamiento, Guadalajara, Cuenca, cuyas obras van muy avanzadas, Albacete, ya adjudicada la obra y el de Puertollano, que completarán nuestra red hospitalaria. Ello contribuirá a mejorar, y recuperar, nuestra capacidad asistencial tan afectada por la anterior crisis y por los efectos negativos de la pandemia sobre otras patologías. Estos presupuestos contemplan, nada menos que una subida del 23,2% respecto al año anterior, situándose en el gasto más importante de nuestros Presupuestos (el 40%), con más de 3.700 millones de euros, lo que representa más de 10 millones de euros al día en gasto sanitario.
Pero también la Educación, que incrementa sensiblemente el gasto, hasta llegar a los 2.085 millones. Una educación de calidad, accesible para todos, como fuente de progreso y oportunidades, con más profesores y mejores medios. O las políticas de Bienestar Social a las que dedicamos más de 843 millones de euros.
Es obvio, que cualquier presupuesto siempre es insuficiente porque las demandas son muchas, pero en esta ocasión contamos con un presupuesto expansivo, en la idea de dar el impulso que nuestra economía necesita, y ser solidario con las personas, las familias y los sectores más afectados por la crisis. El fortalecimiento y la modernización del tejido productivo, las políticas de Empleo, la promoción turística y comercial, la lucha contra el despoblamiento, las I+D+i y en general los objetivos de la Agenda 2030 necesitan de una base sólida, y estos Presupuestos lo son. En estas políticas el Gobierno Regional alcanzará la cifra de 1.755,7 millones de euros.
Unos Presupuestos que mantienen congelados los impuestos, tal como venimos haciendo desde 2015, cuando recuperamos el Gobierno. No somos de discursos demagógicos sobre impuestos, ni decimos como el PP que habla de bajarlos cuando está en la oposición y los sube de forma espectacular cuando llega al Gobierno.
- Se apela mucho al consenso, pero se mantiene el desencuentro entre el PP y el PSOE ¿Es posible llegar a acuerdos para optimizar el uso de los recursos públicos en la lucha contra la crisis social y económica que ha provocado la pandemia?
Creo que en momentos tan difíciles y complicados como los que padecemos el consenso debiera primar, muy por encima de los desacuerdos. Es posible que en otros ámbitos los acuerdos se hagan más difíciles, pero no debiera ser el caso de Castilla – La Mancha. El Presidente Page es un hombre prudente, serio, moderado, comprometido -desde el progresismo- con la gente, y especialmente sensible respecto de quienes más lo necesita, alejado de cualquier radicalismo. Esa actitud ha sido apreciada por nuestros conciudadanos. Luego es obvio, que el Partido Popular no tiene ningún pretexto para negarse a llegar a acuerdos en el ámbito de Castilla – La Mancha, un acuerdo que le ha sido ofrecido reiteradas veces por el Gobierno Regional, aun a sabiendas que por la mayoría absoluta con que gobierna no lo necesita. Pero creemos firmemente en que el acuerdo es el mejor instrumento para superar la crisis y ayudar a la sociedad. El Grupo de Ciudadanos así lo ha entendido, y eso nos está permitiendo el sacar adelante leyes importantes como la de Reserva estratégica de material sanitario; la Ley de declaración de proyectos prioritarios, y la que ahora mismo se está tramitando relativa a la Simplificación Urbanística y Medidas Administrativas. Vinculándose estas dos últimas con la recuperación de nuestra economía.
Es muy difícil de entender porque el Partido Popular en nuestra Región, y su líder Paco Núñez, no se comprometen con Castilla-La Mancha, porque despachan alegre y frívolamente los Presupuestos Regionales con una enmienda a la totalidad de cinco o seis folios. No se trata de que renuncien a hacer oposición, algo que es lógico y legítimo, se trata de priorizar el acuerdo y el consenso para recuperarnos de la crisis sanitaria, económica y social. Eso no impide el que, como oposición, exijan el cumplimiento de lo acordado. Sin embargo, sólo una estrategia electoral huera, a mi modo de entender mal diseñada y peor entendida, y con poca coherencia ideológica, puede llevarles a mantener una actitud tan obcecada y radical de oposición.
Sinceramente, creo que aún estamos a tiempo de llegar a acuerdos, y que Paco Nuñez debiera tener claro, a estas alturas, que la prioridad es la gente, las familias, las empresas, la recuperación económica y la solidaridad, por encima del partidismo político, las frases hechas o los eslóganes.
- A nivel nacional el acuerdo presupuestario ¿confirmaría a Pedro Sánchez en la Presidencia? Y en Castilla-La Mancha ¿Fortalecería la figura del presidente?
Está claro que no se puede seguir con los Presupuestos que en su día presentó Cristóbal Montoro, es decir, los de hace dos años, los de 2018. Es una gran anomalía. Las cuentas del Estado no admiten más prórrogas, y mucho menos en una situación socio económica tan difícil. Creo que hubiera sido positivo, y obligado, llegar a acuerdos entre las principales fuerzas políticas, pero los vetos cruzados entre unos y otros, más por cuestiones de estrategia partidista y electoral que por razones ideológicas, provocan efectos indeseados de bloques políticos cerrados e impenetrables, que nos hacen daño a todos. Creo que eso es malo para España.
En cualquier caso, la aprobación de los Presupuestos para el 2021 necesariamente generarán un mayor nivel de estabilidad económica, que favorecerá una cierta estabilidad en el Gobierno, pero también la recuperación de la economía, la inversión y la creación de empleo.
En Castilla-La Mancha, el presidente García-Page, los ciudadanos perciben que está fuerte. Él Gobierna para todos, y tiene una personalidad y un hacer político bien valorado por la mayoría de nuestros paisanos, independientemente de su ideología, y con un posicionamiento muy claro en los grandes temas nacionales que en España sabe apreciar mucha gente moderada, ya sea de la izquierda socialdemócrata, como de quienes se sitúan en posiciones racionales de centro.
- ¿Qué escenario político y de cada partido ve tras la aprobación de los presupuestos generales del Estado?
Es complicado hacer un pronóstico. Pero sí tengo muy claro que es muy necesario relajar la tensión política. Lo peor que le puede suceder a una sociedad democrática es que se genere una división irreconciliable. Estamos obligados a convivir, nos guste o no, con diferentes ideas, con diversidad de criterios. Es lo que tiene vivir en una sociedad plural y democrática, pero por lo mismo estamos también obligados a entendernos en las cosas fundamentales. Creo que es un inmenso error el entrar en la dinámica cainita de la España y la Anti-España, que a veces se alienta sin miramiento al daño que se hace. No entiendo a quienes se manifiestan radicalmente en contra de alguien. Los radicalismos surgen de las vísceras, pero no del cerebro, y las sociedades infectadas de radicalismo dejan de ser sociedades prósperas. Por eso se hace necesario poner sentido común a la política y por ende, a las relaciones sociales. La política siempre la he entendido como un instrumento de la sociedad para ayudar a dar solución a los problemas de la sociedad, para atender lo que la política clásica ha venido en llamar el “bien común”, y no para generar problemas a la gente.
- ¿Y en Castilla-La Mancha?
Castilla-La Mancha refleja muy bien su personalidad en sus seres más insignes, los de esa ficción realista, la del idealista Don Quijote y el pragmático, Sancho Panza. Nuestra gente es muy práctica, muy cercana al terreno. Sabe perfectamente lo que quiere. Y en eso, el Gobierno de nuestra Región, y el presidente García-Page, están muy compenetrados con esa forma de ser y entender la vida. Sabemos de las dificultades, pero también del esfuerzo común por encontrar soluciones. Nuestra estabilidad política e institucional, envidiables, son el principal incentivo para que nuestra economía se recupere con seguridad, y la actitud solidaria de nuestra gente el mejor abrazo a quienes pasan por tiempos difíciles. La esperanza, la ilusión, el idealismo quijotesco son los principales acicates para ser prácticos y conseguir los objetivos deseados, atendiendo a ese “bien común” del que hablaba antes. Eso es lo que genera confianza en la acción del Gobierno de Castilla-La Mancha. Nuestra esperanza es que, a lo largo de los próximos tres años, con la ayuda y la solidaridad de todos, recuperemos y alcancemos la total normalidad, esa que hoy tanto deseamos.
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