Villanueva de Alcardete inaugura el nuevo edificio y la plaza del Corralazo, obras financiadas por la Diputación de Toledo

El vicepresidente de la Diputación procedía a la inauguración de esos dos espacios para la ciudadanía junto a la alcaldesa de Villanueva de Alcardete, María Dolores Verduguez, la Corporación municipal y los numerosos vecinos y vecinas asistentes.

Fernando Muñoz señalaba la importancia de la remodelación del edificio “que en la década de los 60 albergaba el antiguo grupo escolar Nuestra Señora de la Piedad y que tras su remodelación se dedicará a la solidaridad y la cultura, al acoger entre sus muros a la Asociación de enfermos de cáncer y familiares “El Consuelo”; la Asociación de Coros y Danzas “Despertar el ayer”; o la Agrupación musical “Santiago Apóstol, con sus puertas abiertas al conjunto de la ciudadanía”.

El vicepresidente recordaba que “la rehabilitación ha contado con la financiación de la Diputación de Toledo, cifrada en 75.000 euros, a la que se han añadido la participación del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), que ha sufragado la reforma del envolvente del inmueble (tejado, ventanas, cámara de aire, suelo de planta baja y climatización) y del propio Ayuntamiento”.

Del mismo modo, la Institución provincial ha colaborado en la reforma integral de la plaza, para dotarla de un parque infantil, pavimentarla con hormigón impreso y dotarla de una fuente transitable con surtidores.

Muñoz recordaba que “desde que gobierna la Diputación Álvaro Gutiérrez el municipio de Villanueva de Alcardete ha recibido más de dos millones de euros de los programas de inversiones locales como los planes provinciales, el Programa de Inversiones Municipales (PIM), ayudas para gasto corriente o el Plan extraordinario de inversiones, entre otros programas destinados a los ayuntamientos”.

Destacaba el vicepresidente los muchos beneficios de la cooperación entre instituciones, recordando que “esa colaboración es la adecuada para recuperar espacios, mejorar los entornos rurales y generar oportunidades para luchar contra la despoblación y el abandono de nuestros pueblos”.

Trasladaba Fernando Muñoz a las nuevas generaciones “que nuestros pueblos merecen la pena, que la calidad de vida de los mismos tiene un valor añadido, y que la prestación de servicios es cada vez mayor e imparable, porque apostamos por nuestra gente y nuestro mundo rural, que tiene un futuro lleno de posibilidades”.

Y concluía añadiendo que “juntos somos más y más fuertes y capaces de lograr lo que nos propongamos, así que sigamos cooperando para seguir creciendo, como se merece Villanueva de Alcardete y la provincia de Toledo”.

Homenaje a las víctimas de la COVID-19

El pueblo de Villanueva de Alcardete homenajeaba también esta mañana a las víctimas de la pandemia, así como a los hombres y mujeres que ayudaron a la población en los momentos más dramáticos.

Tanto la alcaldesa como el vicepresidente reconocían la solidaridad demostrada por los vecinos y vecinas, imprescindible para superar días teñidos por la tragedia, el miedo y la incertidumbre.

Por ello, Fernando Muñoz reconocía en su intervención “el papel fundamental demostrado por las personas anónimas, voluntarios, cuerpos de Protección Civil, Policía Local, empleados municipales, asociaciones, comercios, empresas comunidades educativa y sanitaria, y a todos y todas las que nos ayudaron a minimizar los daños de una pandemia que conmociona al mundo”.

Lanzaba un mensaje de esperanza, afirmando que “saldremos adelante, seguro, y lo haremos con el esfuerzo que proporciona la unidad y la certeza de que juntos podemos conseguir lo que nos propongamos”.

Y sentenciaba que “desde el Gobierno de la Diputación de Toledo trasladamos a los hombres y mujeres de Villanueva de Alcardete y del conjunto de la provincia nuestro agradecimiento más sincero por las muestras de solidaridad, la responsabilidad y la conciencia colectiva para luchar contra los efectos de la pandemia”.

Fernando Muñoz y María Dolores Verduguez cerraban el acto de homenaje con la colocación de una corona de laurel en el pebetero creado para la ocasión como recuerdo de todas las vidas que se han ido con la pandemia de la COVID-19.