Así lo refleja el último estudio de FEDEA, en el que se recoge en cambio que la media nacional se ha mantenido en el 130%, con lo que nuestra Comunidad ha sufrido especialmente las consecuencias del modelo de financiación y de la crisis financiera e inmobiliaria y ha pasado de tener un crecimiento en el gasto medio por habitante superior al nacional a situarse por debajo en 2022.
El estudio que aborda las cuentas autonómicas de 2022 y señala además que, de acuerdo con los datos publicados por la IGAE, el déficit presupuestario del conjunto de las comunidades autónomas ha repuntado con fuerza en 2022, situándose en el 1,14% del PIB frente al 0,05% del año anterior, que marcó el mejor registro desde el inicio de la serie de Contabilidad Nacional de la IGAE en 1995. Un repunte que ha sido especialmente fuerte en Murcia y Comunidad Valenciana, seguidas por Cataluña y Castilla-La Mancha.
Además, el informe anual sobre la evolución de las cuentas autonómicas que FEDEA publica hoy sugiere que no obstante las cifras son engañosas. Los excelentes datos de déficit autonómico de 2021 (y 2020) se deben fundamentalmente a un aumento de las transferencias extraordinarias del Estado por encima de lo que habría sido necesario para cubrir los gastos generados directamente por la pandemia. La desaparición de estas transferencias, así como la devolución de parte de las hinchadas entregas a cuenta de 2020, ayuda a explicar el repunte del déficit en 2022, pero esta es sólo parte de la historia. La otra parte tiene que ver con las entregas a cuenta del ejercicio, que esta vez se han quedado muy cortas porque se calcularon con previsiones de inflación muy inferiores a la luego registrada como resultado del inicio de la Guerra de Ucrania.
El estudio advierte de que lo preocupante de los dos últimos ejercicios es el comportamiento de los gastos e ingresos subyacentes, que por el momento no muestran señales de querer volver a sus niveles prepandemia a pesar de la rápida recuperación del PIB tras la fuerte caída de 2020.
Por otro lado, y respecto al endeudamiento, el documento apunta a que aunque todas las autonomías lo han aumentado muy sustancialmente durante la anterior crisis, “hay diferencias muy importantes entre ellas que han ido aumentando con el tiempo en términos absolutos, pero no relativos. En la actualidad, las autonomías menos endeudadas en relación con su PIB son Madrid, Canarias y las comunidades forales, mientras que las que soportan una mayor carga de deuda son Murcia, Castilla la Mancha, Cataluña y, sobre todo, Valencia, que se acerca a un preocupante 50% del PIB. Entre el comienzo y el final del período, el peso de la deuda se ha multiplicado por 11,4 en Castilla la Mancha y por poco más de 2 en Madrid y Galicia”.
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