La facturación total de la filial 'verde' de EDP en el primer semestre fue de 1.225 millones de euros, un 1% menos que en 2022, y el resultado bruto de explitación (Ebitda) se redujo un 23%, hasta los 754 millones de euros.
Estas cifras se vieron impactadas por una menor producción registrada entre enero y junio, así como un menor precio medio de venta, que cayó un 8%, hasta los 59,7 euros por megavatio hora (MWh). Asimismo, también registró 41 millones de euros en otros gastos relacionados con retrasos en proyectos en Estados Unidos y Colombia.
En lo que respecta a la capacidad instalada, aumentó un 10% en los últimos doce meses, alcanzando un total de 15,2 gigavatios (GW) en el primer semestre de 2023, pero los resultados financieros globales se vieron penalizados por la débil generación eólica en Estados Unidos debido al fenómeno meteorológico de 'El Niño' y esos otros impactos negativos no recurrentes.
Así, el Ebitda recurrente del grupo en el primer semestre ascendió a 764 millones de euros, lo que supone un descenso del 13% en una comparación con el período homogéneo de 2022, que excluye las ganancias por rotación de activos contabilizadas en este periodo en el ejercicio anterior, ya que se contabilizarán en el segundo semestre de 2023.
Mientras, el beneficio neto recurrente alcanzó los 102 millones de euros, como consecuencia de la escasa producción eólica, la cancelación de un 'PPA' de eólica marina en Massachusetts, el impacto de una revisión regulatoria retroactiva en España sobre las hipótesis de precios de la electricidad para 2023 y una provisión de Rumanía relacionada con recuperaciones regulatorias o 'clawbacks'.
EDPR invirtió 2.300 millones de euros en el primer semestre, de los cuales el 85% de los 2.100 millones de euros en inversiones de capital se destinaron a Europa y Norteamérica.
Por su parte, la deuda neta aumentó a 5.700 millones de euros en comparación con finales de 2022, debido principalmente al aumento de las inversiones compensado por la ampliación de capital.
Durante este periodo, el grupo de renovables añadió 321 MW de energía solar a su cartera, de los que el 43% procedían de generación solar distribuida. Estas incorporaciones fueron posibles gracias a proyectos en la región Asia-Pacífico, Polonia y Estados Unidos.
Además, la compañía logró poner en marcha 147 MW de energía eólica terrestre procedente de nuevos proyectos en Italia, España y su proyecto Alta da Coutada en Portugal, que ha recibido nueva capacidad añadida al parque que ya estaba en funcionamiento desde 2010. La empresa mantiene la capacidad en construcción en máximos históricos hasta los cinco GW.