Durante la operación, se decomisaron 138 plantas de cannabis en fase de floración, así como todos los útiles para el cultivo, crecimiento, secado y posterior distribución de la sustancia estupefaciente, según ha informado la Policía en nota de prensa.
La investigación policial se inició gracias a la información de un ciudadano que, de forma anónima, alertó a la Policía Nacional de la existencia de una casa de campo sospechosa. La vivienda había sido adquirida recientemente por una pareja quienes habían ido introduciendo en la vivienda innumerables sacos de sustrato y maceteros de color negro, desprendiendo la finca un fuerte olor que podría ser marihuana.
Con la colaboración de los agentes de Policía Local se sobrevoló la finca con un dron, lo que permitió comprobar la existencia de una compleja infraestructura integrada por potentes lámparas halógenas, ventiladores, riego automático, control de temperatura y otros elementos indispensables para este tipo de cultivos.
Durante el registro de la vivienda, se procedió a la detención de la mujer que se encargaba del procesamiento, cuidado y vigilancia del cultivo, y se decomisaron 138 plantas de marihuana, así como los útiles para el cultivo y distribución de la droga. Posteriormente, fue detenido un varón, cónyuge de la detenida, cuando regresaba de Austria, país donde presuntamente distribuía las plantas recolectadas.