La decisión de la compañía gala se produce tras la presentación de las cuentas correspondientes al primer semestre de su ejercicio fiscal, en el que registró un beneficio neto atribuido de 1 millón de euros, después de las pérdidas de 21 millones contabilizadas un año antes, mientras que las ventas aumentaron un 4,9%, hasta 8.443 millones.
No obstante, tal y como Alstom había advertido en octubre, la compañía registró en la primera mitad de su año fiscal un flujo libre de caja por importe negativo de 1.119 millones de euros.
"El flujo de caja libre negativo de Alstom durante este primer semestre es una clara llamada al cambio", declaró Henri Poupart-Lafarge, presidente del consejo de administración y consejero delegado de Alstom, quien admitió que, si bien la demanda se mantiene sostenida, el desempeño comercial fue débil.
De este modo, el ejecutivo anunció "un plan de acción integral" para mantener la calificación de su deuda dentro del grado de inversión y asegurar los objetivos a medio plazo.
Entre las medidas previstas para reducir el apalancamiento y asegurar los objetivos de ganancias y efectivo a medio plazo, Alstom acometerá un ajuste de plantilla que supondrá la eliminación de unos 1.500 puestos de trabajo a tiempo completo para reducir los costes generales.
Asimismo, con el fin de mantener una calificación de grado de inversión sólida y sostenible, Alstom buscará reforzar el balance del grupo y se propone reducir su deuda neta en 2.000 millones de euros para marzo de 2025.
En este sentido, la compañía ha señalado que los accionistas de referencia de Alstom "apoyan este plan" y están trabajando estrechamente con la dirección para ejecutarlo rápidamente.
De tal modo, dependiendo de las condiciones del mercado, Alstom está considerando una serie de transacciones para acelerar su desapalancamiento, incluyendo el programa de enajenación de activos ya en marcha, con el que se espera generar ingresos de entre 500 y 1.000 millones de euros.
Asimismo, la compañía se plantea llevar a cabo emisiones de acciones y similares, incluida la refinanciación de determinados activos, así como la posibilidad de realizar una ampliación de capital con derecho de preferencia para los accionistas.
En cualquier caso, la empresa ha subrayado que se mantiene flexible en cuanto a la secuenciación y el ajuste de dichos instrumentos.
Por otro lado, en cuanto a la liquidez, Alstom ha informado de que el pasado 31 de octubre firmó una nueva línea de 2.250 millones de euros con un banco internacional de primer nivel como un paso más para demostrar su flexibilidad financiera.
"La principal prioridad de Alstom es respaldar las métricas crediticias y reforzar las bases del grupo para crear valor duradero para los accionistas", concluyó la empresa.
CAMBIOS EN LA ORGANIZACIÓN.
Por otra parte, la compañía francesa ha anunciado que en la próxima junta general de accionistas, que se celebrará en julio de 2024, el consejo propondrá a Philippe Petitcolin, ex consejero delegado de Safran, como miembro del consejo y luego como presidente del consejo, lo que supondrá que Henri Poupart-Lafarge dejará de ser presidente de la junta y mantendrá el cargo de consejero delegado.
Además, como parte de la tercera fase de la hoja de ruta de la fusión con Bombardier, el grupo acometerá una simplificación de la organización operativa en el contexto de la reducción de plantilla anunciada.
En cuanto a las consecuencias de la salida de efectivo contabilizada en el primer semestre del ejercicio, la empresa ha lanzado una revisión del plan de incentivos de los empleados para incluir la condición de alcanzar objetivos relacionados con el efectivo para los 28.000 empleados que se benefician del plan.