La magnitud de la catástrofe, así como las graves afecciones que podrían producirse en el caso de no actuar, justifican el cumplimiento de los requisitos establecidos para usar la tramitación de emergencia en el desarrollo de las actuaciones que se pretenden llevar a cabo con este proyecto.
El presupuesto de ejecución de la fase 2 asciende a un millón de euros, financiados por la Dirección General del Agua del MITECO, que se suma al millón de euros aprobado en octubre pasado para la Fase 1 de estas actuaciones. El plazo para ejecutar las actuaciones es de seis meses.
En la fase 2 se continuará con trabajos consistentes en retirada de tapones de vegetación muerta que puede obstruir los principales puntos de paso y acceso a núcleos urbanos, así como la retirada de sedimentos en determinadas zonas que han quedado colmatadas, con disminución del calado del cauce, con el consiguiente peligro en caso de nuevas precipitaciones intensas.
Además, se priorizan las actuaciones en el interior de núcleos urbanos.
Tras una valoración de afecciones y daños, la Confederación Hidrográfica del Tajo ha decidido actuar en cauces de los siguientes municipios toledanos de Toledo, El Viso de San Juan, Arges, Bargas, Camarena, Camarenilla y Manzanaque con un presupuesto aproximado de 554.000 euros.
Asimismo en los municipios madrileños de Aldea del Fresno y Villamanta con un presupuesto aproximado de 398.000 euros, y en Alovera (Guadalajara) donde destina 27 000 euros
El ministerio recuerda que, de acuerdo con la normativa vigente (art.28.4 del Plan Hidrológico Nacional), las actuaciones de conservación y mantenimiento de cauces públicos en zonas urbanas corresponden a los ayuntamientos.
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) otorga cada año unas 400 autorizaciones a este respecto, denegando, motivadamente, las que implican eliminación indiscriminada de la vegetación de ribera y alteración del cauce natural del río.
En paralelo, la CHT dedica una importante inversión a actuaciones de conservación y mantenimiento de cauces (5,4 millones de euros en 2022) en tramos de ríos fuera de zonas urbanas.
También deja constancia de que los daños generados por este tipo de episodios están muy vinculados, en muchos casos, al desarrollo de una inadecuada ordenación del territorio, que ha conducido a la eliminación de las llanuras de inundación de los ríos y al confinamiento de los cauces de los ríos, de forma que apenas admiten las crecidas ordinarias, siendo totalmente insuficientes ante situaciones extraordinarias.