Los agentes sospechaban desde hace meses que podía estar ocultándose en Toledo o alguna localidad de los alrededores, puesto que fue identificado a finales del mes de mayo como presunto autor de un hurto en un establecimiento de alimentación de Santa Bárbara, donde sustrajo al descuido y sin emplear violencia, 500 euros de la caja registradora.
Las gestiones realizadas para su localización dieron finalmente su fruto y pudo ser detenido el pasado 8 de agosto en la localidad de Burguillos de Toledo, y posteriormente fue puesto a disposición de la autoridad judicial para su reingreso en prisión y que responda de las diferentes causas que tiene pendientes, así como del hurto cometido en el mes de mayo.