La Fiscalía, que solicitó 25 años de prisión por asesinato con ensañamiento y alevosía, ha eliminado el primer agravante manteniendo solo el segundo. Además aprecia como atenuante que el acusado reconoció la autoría de los hechos.
De su lado, el abogado de la defensa ha hecho suyas estas modificaciones de la Fiscalía y mostrará su conformidad con la acusación que realice el Ministerio Público.
Será en la sesión de este miércoles cuando ambas partes desgranarán sus conclusiones finales y posteriormente se hará entrega del objeto del veredicto a los miembros del jurado.
PERITOS: HEMORRAGIA MASIVA Y EXCESO DE DOLOR
Dos peritos médicos forenses han declarado este martes trasladando que tras las heridas infligidas a la víctima hubo "un exceso de dolor y lesiones". "Hubiera valido con dos lesiones, no con cincuenta", ha afirmado uno de ellos.
La muerte se produjo por una "hemorragia masiva" y tuvo un origen "totalmente violento, sin niguna duda". El acusado habría empleado un total de tres cuchillos, según el hallazgo en el lugar de los hechos, y las heridas eran "inciso punzantes", realizadas "mediante la punta y el filo" del arma.
De los tres cuchillos, el primero se encontró en la maceta del rellano de la vivienda y dos más en el interior de la vivienda, el segundo sobre un armario aparador y el tercero, en un mueble o encimera de la cocina.
El testimonio de los peritos ha recalado en dos heridas concretas en la zona cervical, que tenían un "altísimo nivel de letalidad" y que seccionaron "parcialmente la vena yugular y la totalidad de la arteria tiroidea". Se observaron 50 lesiones, de las cuales 47 eran compatibles con el empleo de un cuchillo y tres con contusiones.
Asimismo, tras el análisis pertinente, los peritos han señalado que el fallecido dio positivo en drogas -ketamina y éxtasis-, algo que no influye en las causas de la muerte.
TESTIGOS Y GUARDIAS CIVILES
Dos vecinas -T.G.N y N.S.R- del fallecido han testificado en el juicio, y tras su declaraciones, han coincidido al afirmar que el día de los hechos vieron a una persona fregando en el rellano, ambas a través de sus mirillas.
Dos policías locales que llegaron en un primer momento a lugar de los hechos, a los que le abrió la puerta una de las vecinas desde su casa, han relatado que el acusado confesó que había matado a la víctima, aunque cuando le preguntaron en un primer momento qué había pasado les contestó que no había sucedido nada.
Al acceder al portal, vieron macetas con tierra esparcida con "restregones de sangre" como si alguien hubiera limpiado. Ambos vieron a una persona desnuda --en referencia al acusado--, con una toalla y mojada, le pidieron que abriera la puerta y fue en este momento cuando admitió que había matado a otra persona, cuyo cuerpo yacía en el suelo rodeado de una gran cantidad de sangre, sin presentar signos vitales.
Unos de los policías ha indicado que, sobre las razones de este asesinato, el acusado les dijo "varias frases", mencionando "algo de familia", pero no se le entendía.
En tercer lugar han declarado los guardias civiles que intervinieron el día de los hechos. Según el testimonio de los dos primeros agentes que intervinieron, el acusado les trasladó que se había asegurado de matar a la víctima.
Un primer agente ha señalado que vieron al acusado ya tumbado en el suelo, y a la otra persona rodeada por un charco de sangre. "Nos dijo: no perdáis el tiempo que me ha asegurado de que estaba muerto. Como todavía respiraba, he cogido otro cuchillo y me he asegurado de matarlo", ha relatado uno de ellos, y sobre el porqué lo hizo, el acusado se escudó en las amenazas de muerte a su familia por parte de la víctima al no querer darle la receta de una droga.
Un segundo agente ha ratificado que el acusado se había cerciorado de matar a la víctima, añadiendo que escupió varias veces sobre el cuerpo, provocando que estos agentes le llamaron la atención para que dejara de hacerlo. "Nos dijo que se llamaba Daniel, escupió sobre el cuerpo, añadió que era 'El Travieso', y luego volvió a escupir", ha afirmado este guardia civil.