A finales del mes de noviembre, el hospital de la ciudad de la cerámica Nuestra Señora del Prado había incrementado su lista de espera quirúrgica en un 45,18%, 792 pacientes más. Y lo que es más grave si antes de que el gobierno intensificase esta política de derivaciones intercentros ningún talaverano o habitante de la comarca tenía que esperar más de 6 meses para ser intervenido, ahora son 407.
Tanto el de Nuestra Señora del Prado como el de Virgen de Altagracia, de Manzanares, se han convertido durante 2017 en los principales hospitales de acogida de pacientes provenientes de otros centros fundamentalmente de Toledo, cuyo complejo hospitalario está totalmente desbordado y es incapaz de dar cobertura sanitaria a los ciudadanos que tiene asignados, hasta el punto de que tiene casi 12.500 pacientes pendientes de una operación y de ellos casi 6.800 tienen que esperar más de seis meses.
Las cifras son las oficiales del propio gobierno regional, que son puestas en tela de juicio por el Partido Popular que sostienen documentos y testimonios en mano que las autoridades están manipulando los datos reales.
A pesar de este ”achique de pacientes” hacia centros públicos y de haber acudido a un incremento de las derivaciones a la sanidad privada, estas medidas no han logrado mejorar las cifras del complejo hospitalario de Toledo, que en lo que llevamos de año registran unos ligeros crecimiento tanto en el número de pacientes totales como en el de los que aguardan más de seis meses.
El Virgen de Altagracia de Manzanares, otro de los centros receptores, ha visto como su lista de espera quirúrgica aumentaba durante los once primeros meses en un 20,42% al destinar sus quirófanos a pacientes de otras zonas de salud.
En el Gutiérrez Ortega, de Valdepeñas, y Virgen de Alarcos, de Ciudad Real, también han visto cómo sus listas de espera quirúrgicas crecían más de un 33,5% durante 2017 y cómo han tenido que citar a pacientes de sus respectivas zonas de atención para plazos superiores a los seis meses, cosa que, como en Manzanares y Talavera, no ocurría a principios de año.
Los datos revelan la política de desplazamiento de pacientes no ha desahogado los centros abarrotados y ha provocado la aglomeración de pacientes con el consiguiente deterioro de la atención de los que no estaban colapsados.
Las cifras oficiales son elocuentes. En Toledo la lista de espera quirúrgica es de 12.463 pacientes, de los que 6.768 tienen dita para después de seis meses. En Alcázar son 2.928, de ellos 762 superan los plazos máximos de garantías. En Albacete son 9.237, de ellos 4.934 tienen una espera mayor de seis meses. En Guadalajara, son 3.932, de ellos 1.347 en plazos máximos. En Hellín son 518, con sólo 3 pacientes con cita a más de 180 días. En Tomelloso son 795, de los que 145 tienen cita a más de seis meses vista. En Villarrobledo, son 1.360, de ellos 518 a más de 180 días. En Talavera son 2.545, de ellos 407 en plazos máximos. En Puertollano son 809, de ellos 44 en plazos superiores a los seis meses. En Manzanares son 625, de ellos 6 en plazos máximos. En Cuenca, 1.152, de ellos 11 con cita a más de 180 días. En Almansa, 622, de los que 20 tienen fecha a más de seis meses. En Valdepeñas 792, de los que 48 superan los plazos de garantía y en Ciudad Real son 2.010, de ellos 84 con fecha prevista superior a los seis meses.
Durante lo que llevamos de año, sólo han logrado reducir sus listas Villarrobledo (20,42%), Tomelloso (10,37%), Almansa (1,74%) y Puertollano (0,86%).
Si (
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