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El gobierno central rechaza declarar el proyecto de “interés general” y entierra el cementerio nuclear de Villar de Cañas

El gobierno central rechaza declarar el proyecto de “interés general” y entierra el cementerio nuclear de Villar de Cañas

miércoles 18 de julio de 2018, 10:38h
Lo había anticipado clm21.es nada más tomar posesión Pedro Sánchez como presidente de Gobierno: el cementerio nuclear de Villar de Cañas tiene sus días contados. El proyecto estaba jurídicamente en un callejón sin salida por cuestiones urbanísticas. Un miembro del gobierno regional lo definía meses atrás con una frase muy gráfica: “Tenemos al gobierno de Rajoy agarrado por…”. Y explicaba la imposibilidad de que el cementerio se llevase a cabo, salvo una declaración de interés general expresa del gobierno de España. Y el nuevo gobierno tenía dos, o daba esa declaración o hacía oficial la paralización. Y el equipo de Pedro Sánchez ha querido poner en orden la cuestión. Máxime cuando había pronunciamientos técnicos que no consideraban adecuado el emplazamiento elegido. Ahora, el Ministerio de Transición Ecológica ha iniciado los trámites para paralizar la construcción del cementerio y cuando la Confederación Hidrográfica del Guadiana apuntaba la insuficiencia de recursos hídricos para el ATC.
El principio del fin del proyecto llegó cuando, en noviembre de 2015, el gobierno regional anuló el Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas, tras el recurso presentado por el municipio cercano de Alconchel de la Estrella. El documento anulado era imprescindible para que se desarrollara el proyecto del ATC. El gobierno municipal recurrió infructuosamente la decisión de la Junta y recurrió a la Justicia. Finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha dio la razón a la Junta a principios de este año. Y con esa sentencia sobre la mesa quedaban dos opciones o abandonar el proyecto o que el gobierno de España lo declarara de interés general. Durante los casi cinco meses que transcurrieron desde la sentencia hasta la moción de censura, Rajoy no optó por la declaración de interés general. Ahora la ministra ha roto el impasse y ha optado porque se suspenda la suspensión de la tramitación del permiso de construcción del cementerio.

Los retrasos en el proyecto de Villar de Cañas han permitido a las nucleares tener sus propios almacenes temporales y dilatar el problema en el tiempo, hasta que se llenen o se decida el cierre de las plantas. En este último caso, los residuos de alta actividad no sólo son las barras de combustible, también todo lo que haya estado en contacto directo con ellos y especialmente el núcleo de los reactores. Y será entonces cuando se genere el problema. La nueva ministra de Transición Ecológica quiere ese tiempo para decidir qué hacer en función del nuevo modelo energético y de la agenda que lo desarrolle. El Almacén Temporal Centralizado ya no es una prioridad y una urgencia.

Una de las teorías que vuelve a cobrar visos es que, de hacerse, se termine por levantar junto a algunas de las centrales que dejen estar operativas. Son zonas “nuclearizadas”, con la población adaptada a la convivencia con este tipo de instalaciones, con personal especializado (que no habría que recolocar) y con unas infraestructuras de acceso y de seguridad que no habría que crear expresamente. Los costes económicos y de opinión pública serían menores que de tener que construir un almacén en una nueva ubicación.

Así lo entendió Ascó (Tarragona), cuando la planta dejó de estar operativa y el municipio presentó su candidatura a albergar el almacén nuclear que finalmente se decidió que se hiciera en Villar de Cañas (Cuenca) y cuyo proyecto el gobierno abandona ahora.

La cuestión de fondo está en los intereses de las diferentes compañías energéticas que explotan las plantas nucleares.
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