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(Foto: Pino Fontelos // JJCM) |
Las primeras víctimas del conflicto catalán viven en Castilla-La Mancha
- La familia del portavoz de Ciudadanos en el Congreso y diputado por Barcelona, Juan Carlos Girauta, se muda a Toledo
- Barreda es laminado por Pedro Sánchez de la Diputación Permanente del Congreso tras sus críticas al acuerdo sobre el relator
jueves 14 de febrero de 2019, 20:37h
La “crisis del relator” se ha saldado con dos víctimas dentro del PSOE. Ninguna de ellas tiene nada que ver con el acuerdo de negociación del gobierno de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes con un mediador como eje central. Son dos diputados que se mostraron contrariados y contrarios con esa medida. Pedro Sánchez los ha purgado y les ha hecho pagar por sus manifestaciones. Una es Soraya Rodríguez, antigua portavoz parlamentaria del PSOE, y la otra el diputado nacional y expresidente castellano-manchego José María Barreda.
Apenas unos días después de que manifestaran su crítica con la línea emprendida por el gobierno en el asunto catalán, la represalia les llegó mediante un escrito al Congreso en el que se les cesaba como miembros de la Diputación Permanente en representación del PSOE. Este es un órgano que asume las funciones del pleno en periodos sin actividad parlamentaria (verano) y fundamentalmente desde la disolución de las Cortes por una convocatoria electoral hasta la constitución del nuevo Parlamento. En términos domésticos tiene también su importancia por cuestiones retributivas.
Con independencia de los actores, un gesto como este muestra el cesarismo en el que se ha instalado Sánchez en el gobierno y en el PSOE; ese cesarismo contra el que advirtió recientemente Alfonso Guerra.
Estas han sido las dos últimas víctimas políticas generadas por el conflicto independentista. Un conflicto que está provocando un goteo de salida de ciudadanos ante la presión secesionista, que se une a la fuga de empresas por la inestabilidad política y sus posibles consecuencias jurídicas.
El diputado de Ciudadanos por Barcelona y portavoz parlamentario de esta formación, Juan Carlos Girauta ha buscado piso en Toledo. Dicen que la decisión tiene que ver con cuestiones familiares y está relacionada con la presión del secesionismo. La coacción de grupos radicales sobre los líderes y ciudadanos no independentistas y familias de destacados dirigentes va en aumento y está provocando la emigración de personas a otros territorios.
Dicen que a Girauta le ha enamorado la ciudad y su conexión con Madrid es muy buena. Dos factores definitivos en su decisión. Cuando la noticia llegó al PP y al PSOE, el cambio de domicilio levantó las especulaciones a derecha e izquierda. Siempre en clave electoral. Pero fuentes del partido para la ciudadanía desmienten esa derivada y explican que es una cuestión familiar.