El riesgo de colapso electoral, el debate televisado, la sanidad, las finanzas…. Y el Corpus se cuelan en la campaña
jueves 16 de mayo de 2019, 21:38h
Uno de las principales cuestiones que se han vivido en la campaña electoral regional y municipal de Castilla-La Mancha durante la primera semana ha pasado casi desapercibida. Ha sido el riesgo de colapso en el recuento de votos en la noche electoral, por los fallos técnicos registrados en el sistema de recuento de votos que ha contratado el Ministerio del Interior a una empresa catalana, casi sin experiencia, y que afecta a las municipales y a tres regiones, entre las que se encuentra la nuestra.
Para más inri la empresa acaba de realizar las elecciones a la Cámara de Comercio de Barcelona, donde se produjeron fallos relevantes que agravan la preocupación.
La segunda cuestión de la semana la ha marcado el acuerdo para la celebración del primer debate electoral televisado en nuestra Comunidad y la negociación del procedimiento. El debate, a cinco será el lunes, 20, y desde el martes pasado, San Isidro, los partidos empezaron ya a preparar sus estrategias, la forma y el fondo, el qué y el cómo.
La tercera ha sido a propósito de los mensajes. Y el esquema es de réplica y contrarréplica. SI uno dice blanco y pone cifras, los otros lo pasan a negro y ponen otras cifras. Es un ir y venir. Uno de los temas principales ha sido a propósito de las listas de espera sanitarias. El presidente y candidato corrió un poco y en un mitin anunció una bajada histórica. Lo hizo antes de que en el portal de transparencia los datos fueran oficiales y pudieran ser consultados y contrastados por todos. Al margen de ese pequeño desliz, una cosa es cierta: las listas de espera llaman a la preocupación y deberían salir del debate político para convertirse en una cuestión de consenso. Es uno de los principales problemas que tiene la región. Y más allá de lo que digan unos y otros los ciudadanos tienen su propio criterio porque son los que se benefician de la sanidad y sufren sus problemas.
Entre las noticias, ha habido una a la que el gobierno no ha terminado de dar bombo y platillo. Por primer año la Comunidad ha cumplido las tres reglas fiscales para la estabilidad presupuestaria y sostenibilidad de sus fianzas. El dato es bueno y permite a la región salir del control reforzado al que está sometida por los hombres de negro del Ministerio.
Todo puede deberse a que aunque el dato es bueno, existe una debilidad estructural y va a ser preciso reforzar el andamiaje financiero de la región y además ahora mismo también es más cómodo y menos arriesgado seguir recibiendo los créditos del Estado, a través del Fondo de Liquidez Autonómica, lo que implica la continuidad de ese control reforzado. Es como si un estudiante que año tras año durante siete años suspende y necesita de clase de refuerzos, aprueba por primera vez. La noticia es buena, pero no invita a confiarse. Además, está pendiente la negociación del modelo de financiación y tampoco es conveniente ir sobrados a esa mesa, en la que también se requiere otro pacto regional
Otra de las noticias que se ha colado ha sido la de la aprobación de un nuevo trasvase. La información se ha producido días después tras un rifirrafe entre los candidatos del PSOE y del PP a propósito de sus políticas hidráulicas y de las posturas autonómicas. Y es que este es otro de los temas para el pacto y no para la política del voto.
Los frentes que tiene abiertos la Comunidad son demasiados y a partir del 26M van a precisar más del diálogo y la negociación del acuerdo y la fijación de una postura común en la Comunidad que de seguir siendo un pim-pam-pum entre partidos.
Y en medio de todo, García-Molina, el candidato de Podemos, busca su hueco y reclama la atención y lo hace pidiendo que el Corpus deje de ser fiesta regional para dedicar el 15 de mayo a las familias. Puede que el mensaje sea cambiar una fiesta religiosa por una laica. Pero está poco y mal explicado. Máxime teniendo en cuenta que el Corpus es la fiesta grande en la capital regional y en otros núcleos importantes de la provincia, que genera riqueza y empleo, y que, además es la circunscripción por la que se presenta García Molina.