La empresa, especializada en la producción de envases de vidrio, facturó ventas por valor 750,1 millones de euros de enero a junio de este año, lo que supone un recorte del 9,7% respecto al año anterior.
A nivel de balance, la deuda a 30 de junio de 2025 se sitúa en 214,8 millones de euros. Representa un ratio de apalancamiento equivalente a 0,5x veces el EBITDA de los últimos doce meses.
No obstante, con el resultado del primer semestre y a pesar de las dificultades del entorno macroeconómico, desde Vidrala reiteran las previsiones para el conjunto del ejercicio 2025, que incluyen un EBITDA de 450 millones de euros y una generación sostenida de caja en torno a los 200 millones de euros, cifras sujetas a desviaciones limitadas principalmente debido a las fluctuaciones de los tipos de cambio.
"Seguimos avanzando, preparando proactivamente el negocio para los retos futuros, gestionando los costes para mantenernos competitivos e invirtiendo más y mejor, con nuestro cliente en mente. Nuestro propósito es fabricar nuestros productos y servir nuestros mercados de la forma más sostenible y rentable posible, fortaleciendo alianzas comerciales y preservando una estricta disciplina financiera. Todo ello, firmemente comprometidos con nuestros pilares estratégicos de largo plazo: cliente, coste y capital".