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Los datos de coyuntura confirman que la desaceleración económica regional se suaviza
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Los datos de coyuntura confirman que la desaceleración económica regional se suaviza

  • Buen comportamiento del paro, pérdida de impulso de las afiliaciones a la Seguridad Social, baja inflación, abaratamiento del dinero…
  • Frenazo de la producción industrial a pesar de la cartera de pedidos registradas en los meses pasados

jueves 06 de junio de 2019, 22:14h
Ha sido una semana de datos económicos que permiten determinar el comportamiento que está teniendo la economía regional y sus perspectivas a corto plazo. Los últimos datos de coyuntura publicados esta semana vienen a confirmar la tendencia marcada por el BBVA para la economía castellano-manchega. El servicio de estudios de la entidad mantiene sus previsiones de crecimiento este año en el 2,5% lo que supondrían que la Comunidad logra suavizar la desaceleración económica, tras haberla sorteado en 2018 con un crecimiento del 2,8%, cuatro décimas más que en 2017. Los datos conocidos esta semana aportan una buena perspectiva, en materia de empleo y gasto público, mientras que sitúan las debilidades en la producción industrial y en un menor crecimiento de las afiliaciones a la seguridad social, circunstancia esta última que puede quedar neutralizada por las mayores previsiones de incremento de las contrataciones en verano que anticipa el informe de la empresa Randstad. Falta por conocer el impacto del sector agrario. De momento, el termómetro de la ocupación en el campo marca un buen registro con un descenso anual del paro del 11,1%. En cuanto al consumo público, el gobierno prevé rebajar el gasto en servicios públicos en 58 millones este año por la obligación de reducir el déficit en 90 millones de euros respecto a 2018. La inflación adelantada se sitúa en el 1,8%.
En su observatorio regional del segundo trimestre, el BBVA señala “un buen desempeño del gasto de los hogares”, gracias a una política monetaria expansiva, que es como los economistas denominan a aumentar la cantidad de dinero mediante estímulos, es decir abaratando el dinero para que los bancos den más créditos a familias y empresas o/y comprando la deuda pública de un país. De momento esa política se mantiene e índices de referencia como el Euribor modifican su tendencia y vuelven a la senda bajista tras la desaceleración económica en la zona euro.

En el crecimiento en España y en Castilla-La Mancha, también han influido que las familias tengan más dinero, por un menor desempleo, la subida del Salario Mínimo aprobada por Sánchez o la revisión de las pensiones y la subida de los salarios de los empleados públicos acordada por Rajoy y realizada por Sánchez y que no se haya modificado la fiscalidad. La inflación se mantiene por debajo del 2%, aunque determinados productos que más gasto acaparan, como determinados alimentos y los de vivienda y sus suministros marcan las mayores subidas de precios.

Está por ver el impacto del consumo del sector público en el crecimiento económico. Mientras en las familias hay esa ligera mejora, en el sector público se da una buena recaudación que permite un ajuste suave en los gastos, (recortes del gasto para reducir el déficit). La cuestión que está por dirimir es el impacto que va a tener el proyecto del gobierno de Pedro Sánchez de aumentar la fiscalidad (que detraerá dinero de familias y empresas) para cubrir más gasto social (aumento del consumo público).

De momento esta semana se ha conocido ese Plan de Ajuste de Castilla-La Mancha para 2019. El escenario está marcado por la obligación de la Comunidad rebajar el déficit en 90 millones de euros (que se deben cubrir con más ingresos y/o menos gasto) y la falta de presupuesto nacional que impide aumentar los ingresos por financiación. En ese escenario, Castilla-La Mancha, prevé gastar 58 millones menos en servicios públicos que en 2018. Una medida que afecta fundamentalmente a la inversión pública y al trasvase de fondos a empresas, municipios y familias, pero que no impacta en los salarios de los empleados públicos, que crecen según lo acordado. Hay que tener en cuenta que 2018 fue el año de la recuperación del gasto público en Castilla-La Mancha tras dos años donde los ajustes fiscales habían dejado el gasto autonómico por debajo del registrado en 2015. Con todo, el ajuste de 2019 mantendrá el gasto regional por encima del contabilizado en 2015, 2016 y 2017.

Desde otro ángulo, la vista se fija en el dinamismo del sector turístico, la mejora de la producción industrial y de las exportaciones y el comportamiento de la agricultura. En cuanto al turismo, Castilla-La Mancha se caracteriza por ser destino de interior y atraer fundamentalmente a visitantes nacionales. Los últimos datos apuntan a que mantiene buen pulso tanto en negocio como en empleo, especialmente el sector del turismo rural y determinados destinos turísticos tradicionales. La producción industrial de la Comunidad que venía de liderar los índices de crecimientos nacionales, pierde fuelle y pasa a situarse en los últimos puestos, a pesar de la cartera de pedidos que había registrados. Las exportaciones se han reactivado en el primer trimestre del año, volviendo a las tasas positivas en comparación con igual periodo del año pasado, pero están lejos de alcanzar el ritmo de los dos años previos (2017 y 2016).

Los buenos datos del paro

Los datos del paro registrado en España y Castilla-La Mancha son buenos y reflejan que se mantiene el dinamismo económico y que en el caso de nuestra Comunidad se disipa o, al menos, se aplaza el riesgo de la fuerte desaceleración que amenazó a nuestra economía desde finales de 2017 y durante los primeros nueve meses de 2018. El de 2019 es el mejor mayo de paro registrado desde 2008 y es el tercer mejor dato de toda la serie desde septiembre de 2009. A pesar de ello, se esperaba un mayor descenso del paro, que descontado el efectos estacional se queda en el 0,6%. De hecho los informes de Randstad conocidos esta semana apuntan a que la nuestra será la segunda región con mayor crecimiento de la contratación en la campaña de verano.

El paro registrado en las oficinas de empleo de Castilla-La Mancha, conocido esta semana, ya está en los niveles de los semestres inmediatamente posteriores primero a la desaceleración y luego a la recesión de nuestra economía. Sin embargo, el elemento negativo lo aporta la evolución mensual de las afiliaciones a la Seguridad Social, que presentan el peor registro en un mes de mayo desde 2014, aunque la tasa anual es la mayor desde 2015. Las afiliaciones a la Seguridad Social, Castilla-La Mancha se mueve ya en los niveles de 2010, pero todavía está lejos (65.000 cotizantes) de los que había en las vísperas del gran estallido de la crisis.

Otra de las cuestiones que deja patente este hecho es que existe un desajuste entre el crecimiento y el empleo, tal y como puso de relieve clm21.es. Con el mismo nivel de crecimiento que hace una década Castilla-La Mancha tiene menos empleo. El modelo productivo es más competitivo pero menos generador de puestos de trabajo y esta situación es algo que deben tratar de corregir el nuevo gobierno regional. Una de las herramientas que se plantearon durante la pasada campaña electoral por algunos partidos era la de impulsar los planes de empleo empresariales en convivencia con los que se desarrollan con los ayuntamientos, es decir, darle mayor peso al sector privado en los planes de empleo con un mayor peso del criterio económico, sin abandonar el social.
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