En este sentido, el presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, iba más allá del anuncio del inicio del estudio de prevalencia hecho por el Ministerio y anticipaba un estudio epidemiológico regional que se sumará al nacional. Esta iniciativa permitirá ampliar la muestra hasta el doble, lo que dará un mayor conocimiento sobre la situación.
De hecho, la Sanidad Regional, ofrece en sus comunicados oficiales los datos de los test realizados y del número de enfermos detectados a través de los test, segmentados por el tipo de prueba, rápida y PCR. De los 18.995, contabilizados en el parte del domingo, 15.609 de ellos estaban confirmados a través de PCR y 3.386 a través de test rápidos.
Los datos de abril reflejan que a pesar del incremento de pruebas, se ha ido produciendo una reducción del número de casos. Desde el día 1, cuando se inició el descenso de números de hospitalizados, se han diagnosticado 11.948 casos. Sin embargo en ese mismo periodo, las hospitalizaciones se han reducido en 2.204. En esas fechas se han producido 4.805 altas, lo que supone que sólo 2.601 de los 11.948 casos detectados han necesitado hospitalización. Los datos apuntan a que se están detectando casos asintomáticos o leves, que son los que propagan sigilosamente el virus.
El reto de las administraciones sanitarias es precisamente detectar y controlar a los portadores asintomáticos para lograr la vuelta a la normalidad. En esa vuelta, el gobierno central ha pedido a las Comunidades que dupliquen la infraestructura de cuidados intensivos para estar preparadas ante un posible rebote con el levantamiento del estado de alarma y la vuelta a la actividad.
La cuestión es que ese requerimiento llega sin transferencias de fondos y supone un nuevo esfuerzo financiero a las Comunidades, que tienen sus cuentas muy dañadas por el incremento de gastos y caída de ingresos que han ocasionado la pandemia.
De ahí que cobre importancia la petición realizada por García-Page de que se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que es el órgano donde se discuten las medidas de financiación de las Comunidades Autónomas. Una reunión que el presidente castellano-manchego sirva para trabajar en un escenario de reconstrucción para cinco o siete años”. El presidente incluía a Europa en ese trabajo, consciente de que, con la economía nacional mermada, los fondos para salir de la crisis tendrán origen europeo.
Los posibles rebrotes obligan a las administraciones regionales, no sólo a disponer de infraestructuras como UCIS y de recursos materiales, también es necesario el sostenimiento de plantillas. Ese refuerzo de plantillas permitirá combatir posibles repuntes pero también recuperar la actividad ordinaria de los complejos hospitalarios y acelerar las operaciones programadas, las consultas y las pruebas diagnósticas que, la lucha contra la Covid-19 ha retrasado, con el consiguiente incremento de las listas de espera del sistema