Según ha indicado “casi un 80% de las familias castellanomanchegas están, de alguna forma, vinculadas directamente a la agricultura y al medio rural. Castilla-La Mancha es una tierra de agricultores, de ganaderos, y, por tanto, de industrias agroalimentarias”, siendo entonces, “el principal motor de progreso y bienestar de la región y suponiendo el 12% PBI”.
“Si se produce ese retraso en las ayudas, en el caso de Castilla-La Mancha supondría el cierre de las explotaciones, representando más del 30% de sus ingresos” ha indicado el portavoz de la formación de centro en la comisión de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ya que “nuestros agricultores y ganaderos perciben unos 600 millones en ayudas europeas y 60 para las asociadas”.
Ruiz además ha señalado que “otro aspecto negativo que supondría el citado retraso es en el número de ocupación en agricultura, ya que este sector emplea en la región a más de 55.000 personas, un 6.6% de ocupación, viéndose por tanto este porcentaje altamente reducido".