Desde el día 4 de mayo, de acuerdo con el plan para la transición hacia una nueva normalidad, los locales comerciales que no tenían permitida la venta al público han ido reabriendo sus puertas y adaptando sus aforos. Hoteles, establecimientos turísticos y actividades de restauración también han podido abrir al público con ciertas restricciones conforme los distintos territorios han ido alcanzando las diferentes fases de la desescalada.
El sector servicios en su conjunto ha visto disminuir sus ingresos un 33,6% respecto a mayo de 2019. Aunque el descenso ha sido generalizado en toda España, nuestra Comunidad es una de las que menos se ha resentido, con un descenso del 27%. Los destinos turísticos, (−57,3%) y Canarias (−48,3%) son las que más bajan, mientras que Región de Murcia (−11,5%) y Extremadura (−19.3%) presentan los menores descensos.
Ese descenso en las cifras de negocios también tiene su reflejo en el personal ocupado, que se reduce en todas las regiones del país, con una media del 6,9%, que, en el caso de Castilla-La Mancha se queda en el 6,3%. Esa tasa anual de disminución del empleo se anota su peor resultado en Baleares (-20,3%) y Canarias (-8,9%)