El sector mantenía un pulso débil, con pérdidas acumuladas que en mayo llegaron al 17,3%, las mejorías mensuales desde entonces, aunque positivas, han sido insuficientes para devolver los ingresos a los niveles de 2019. A finales de noviembre, el sector tenía un descenso medio facturación a un mes de que finalizara 2020 del 10,5%. Hay que tener en cuenta que el volumen generado por el sector privado de los servicios en nuestra Comunidad alcanzó los 15.151 millones de euros en 2019, el 35,6% del PIB castellanomanchego de ese año. La mitad de esta cifra, exactamente 7.561 millones de euros, fue aportada por el comercio, el transporte, la hostelería y los talleres de coches, las actividades que más sufren con las restricciones por el coronavirus.
Con todo ese 10,5% de reducción de la cifra de negocios del sector servicios de Castilla-La Mancha es de las más moderadas del conjunto del país. Murcia es la que presenta mejores resultados, con un descenso del 2,6%, seguida de Extremadura (5,8%) y La Rioja (10,1%). Inmediatamente se sitúa Castilla-La Mancha con esa contracción del 10,5%. La media nacional de disminución de ingresos es del 16,2%, con un importante peso de las comunidades de Baleares (38,7%), Canarias (30,2%) y Madrid (18,9%).
Los resultados negativos de ventas van acompañados por una destrucción de empleo en el sector, que de media en los once primeros meses es del 4,3% en España y del 3% en Castilla-La Mancha, que junto a Aragón presentan el segundo mejor dato del mercado laboral de este sector, por detrás de Murcia, donde la ocupación se reduce un 1,4%.
Las mayores pérdidas de empleo se dan en destinos fundamentalmente turísticos, como Baleares (-15%) o Canarias (-7,1%).
Como ya adelantó clm21.es, la hostelería, las agencias de viajes y los operadores turísticos de nuestra Comunidad registraron una disminución en 2020 de 7.925 afiliados a la Seguridad Social, todo ello, a pesar de que el número de cotizantes del conjunto de la economía regional aumentó en 3.836 trabajadores