La cifra de negocios de la industria castellanomanchega se resintió en noviembre con la segunda ola de la pandemia. Tras dos meses de crecimiento, los ingresos de las empresas manufactureras de la Comunidad cayeron y lo hicieron un 9,2% respecto a la facturación de octubre. En los once primeros, las pérdidas acumuladas del sector fueron de un 11,2%, tras haber recuperado desde los mínimos de mayo donde la caída media llegó a ser del 15,5%. Los datos mejoran los resultados nacionales, que arrastran un descenso del 12,5%, tras haber llegado a sobrepasar el 18% en mayo.
En términos interanuales (noviembre de 2020 en comparación con noviembre de 2019), la facturación de la industria regional se redujo un 8%, frente al 2,4% que registró el sector a nivel nacional.
La industria de bienes de equipo es la que más sufre la consecuencia de la crisis económica por la Covid, con una pérdida de ingresos del 12,9% en lo que llevamos de año. De ese descenso no se escapa ningún subsector, las empresas que fabrican bienes intermedios empleados en la producción de otros bienes industriales se dejan un 11,3% y las de bienes de consumo se anotan una disminución de ingresos del 6,2%, arrastradas fundamentalmente por las manufactureras que pierden un 11,1%, mientras que las que fabrican bienes de consumo no duradero (fundamentalmente las agroalimentarias), aminoran sus ingresos en un 5,9%.
Por ramas de actividad, la industria de confección de prendas de vestir pierde de media en los once primeros meses de 2020 un 22,7% de los ingresos registrados en el mismo periodo de 2019. La del calzado se deja un 27,3%. También registran fuertes descensos de ingresos las empresas de fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones (17,6%) o las del mueble (14,7%).
Sólo las empresas de productos farmacéuticos se mantienen como las únicas que logran aumentar sus ingresos en 2020, y lo hacen en un 3,4%. Incluso las industrias de alimentación tienen una cifra de negocios por debajo (-2%) de la alcanzada en 2019.
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