El resultado ya había sido avanzado días atrás por la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, que señaló que julio habría registrado unos buenos datos. Ahora, la encuesta de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros, que elabora el Instituto Nacional de Estadística, confirma ese adelanto. La comparativa de los datos provisionales de 2020, tanto con los registros provisionales como con los definitivos de 2019, corroboran ese aumento.
El mes pasado eligieron turismo rural 28.699 personas, de las que sólo 337 fueron extranjeros. Según la serie histórica, se habría producido una disminución de visitantes del 5,42% (1.645 personas) que tiene su origen en ese descenso del viajero internacional, que fue de 1.782 personas y que fue compensado parcialmente por el aumento del visitante español (137 más).
Pero los datos realmente positivos son los referidos a las noches que pasaron los viajeros en los alojamientos rurales de nuestra Comunidad. Las pernoctaciones llegaron a las 85.849, que son 13.341 más (18,55%) que en el mismo mes del año pasado. Ese aumento de estancias se produjo en un contexto en el que la oferta se había reducido. En julio abrieron 1.525 establecimientos, 138 menos (-8,3%) que un año antes, lo que se tradujo en menos plazas en el mercado. De las 14.416 se ha pasado a las 12.968 (1.446 menos).
Ese resultado se produjo porque los turistas nacionales prolongaron más su estancia, que fue de media de 3 días en lugar de 2,4 del año pasado. Ese aumento de la demanda se produjo especialmente durante los fines de semana, donde la tasa de ocupación de las habitaciones se disparó 9,49 puntos equivalente a una subida de la tasa interanual del 52,5%. Medida la ocupación por plazas en lugar de por habitaciones, la subida es de casi 6 puntos, lo que supone un incremento de la tasa del 38,8%, En total la ocupación por plazas fue del 21,25% y llegó al 37,52% los fines de semana.
El descenso de la oferta, con un 8,3% de establecimientos menos abiertos se tradujo en una disminución del personal empleado. Se ha bajado de los 2.210 trabajadores del año pasado a los 2.019 de este, lo que se traduce en una pérdida del 8,9% del empleo.
A nivel nacional los alojamientos rurales fueron utilizados por 430.000 viajeros que realizaron 1,5 millones de pernoctaciones, un 10% menos que hace un año.
En cuanto a los apartamentos turísticos, la oferta fue de 5.026 plazas, 545 menos (9,8%) que en julio de 2019. A pesar de esa reducción, las pernoctaciones subieron un 2,3% (869) hasta las 38.320, impulsadas por el viajero nacional (36.925 pernoctaciones, un 8,5% más que en julio de 2019) frente a un descenso del turista extranjero (-59,3%). Con esos datos, la estancia media en los apartamentos turísticos e la Comunidad durante el mes de julio fue de 3,38 noches, frente a las 3,11 de un año antes.
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