Según la encuesta de ocupación hotelera, en noviembre no llegaron a abrir sus puertas 166 establecimientos que si lo hicieron un año antes (-22,4%). Ese cierre está detrás de esa caída en el empleo en estos establecimientos. En concreto el personal empleado fue de 1.653 personas, 1.186 menos que en noviembre de 2019. En Toledo (-46,4%), Albacete (-44,8%) y Cuenca (-42,5%) los descensos se situaron por encima de la media de la Comunidad. En
Tan sólo en el último mes, con la curva de casos en ascenso y con medidas más restrictivas, el sector turístico perdió 1.574 puestos de trabajo, de ellos 386 de personal de hoteles. En total la afiliación de hostelería, agencias de viajes y operadores turísticos en nuestra Comunidad fue de 41.715 personas, un 15,3% menos que un año antes. De ellos, los asalariados son 28.554 (-20,2% interanual) y los autónomos 13.161 (-2,3%).
La destrucción de empleo en el sector turístico regional se sitúa 1,1 puntos porcentuales por debajo de la media nacional, que fue del -16,4%. Dentro del mercado de interior en el que compite Castilla-La Mancha junto a otras cinco regiones, nuestra Comunidad fue la segunda en la que menos cayeron las afiliaciones, por detrás de Extremadura que registró una caída del 14,3%, un punto menos que Castilla-La Mancha. La Rioja (-19%) es la que presenta peor registro, seguida de Aragón (-18,5%), Navarra (-17,3%) y Castilla y León (-16,2%).
Descendiendo al sector empleo hotelero, la Comunidad de interior más afectada fue Castilla y León, que perdió el 58,1% de sus empleos (-3.821). Tras ella, La Rioja con el 54,3% (-408 puestos de trabajo), Aragón con el 51,1% (-1.610) y Navarra con el -48,5% (-660). Sólo Extremadura, con una pérdida del 38,7% presenta una situación mejor que la de Castilla-La mancha
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