Según recoge el
artículo, los investigadores han sintetizado y estudiado un nuevo material capaz de reproducir los procesos de la fotosíntesis, esto es, aprovechar la energía de la luz. La estrategia es el autoensamblaje, también utilizado en la naturaleza.
“Las moléculas del material se autoordenan mediante interacción con las moléculas vecinas, que se abrazan. Como resultado se han observado agrupaciones de moléculas de hasta 100 nanómetros en forma de dónut visibles mediante microscopía de fuerza atómica”, explican los investigadores.
Aplicando métodos espectroscópicos ultrarrápidos, en el trabajo se ha estudiado cómo la asociación intermolecular contribuye a la transformación de la energía lumínica. “La elucidación de estos procesos colaborativos es de gran interés para la próxima generación de dispositivos para la conversión de luz en energía”, señalan los autores.