Efectivamente las regiones de interior y menos dependientes del turismo internacional padecieron la crisis en menor grado que las zonas costeras y la Comunidad de Madrid. De hecho, las Comunidades que más vieron caer su riqueza fueron Baleares (-21,7%), Canarias (-18,1%), Cataluña (-11,5%) y Madrid (-11%). Los 19 territorios regionales de España (Comunidades y Ciudades Autónomas) registraron descensos en volumen de su PIB superiores al de la Unión Europea (UE-27), que fue del –5,9%.
El PIB por habitante de Castilla-La Mancha se situó en 19.369 euros, 1.472 euros (-7,1%) menos que el de 2019 y el quinto más bajo del país, en el que la media fue de 23.693. En términos de riqueza por habitante, la Comunidad que menos perdió fue Extremadura (-5,2%), seguida de Castilla y León (-7%) y Castilla-La Mancha. Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla se anotan caídas del -6,7% y -6,9% respectivamente.
En términos relativos, El PIB per cápita de Castilla-La Mancha fue un 18,25% inferior al de la media nacional y un 35,2% más reducido que el de la media de la Unión Europea. El PIB per cápita de Comunidad de Madrid fue un 35,3% superior a la media nacional en 2020, el de País Vasco un 28,3% y el de Comunidad Foral de Navarra un 23,7% mayor. En el extremo opuesto, el PIB por habitante de Canarias se situó un 26,4% por debajo del registro nacional, y los de Andalucía y la ciudad autónoma de Melilla fueron, respectivamente, un 25,1% y un 24,5% inferiores a la media de España.
La renta disponible (aquella de la que disponen las familias una vez pagados los impuestos) de Castilla-La Mancha fue de 13.661 euros por habitante que equivale al 84,2% de la media nacional, que es de 16.233 euros.
El Instituto Nacional de Estadística que publica el avance de los datos de 2020, eleva a provisionales los de 2019, según los cuales la economía de nuestra Comunidad estaba en desaceleración, con un crecimiento del 0,9% respecto a 2018, año en el que la tasa anual fue del 3,1%.