Castilla-La Mancha anda sumida en una profunda crisis demográfica. Además de ser la segunda Región española en pérdida de población, nuestra Comunidad tuvo el año pasado 1.297 muertes más que nacimientos. En 2015 las defunciones superaron a los natalicios en 1.709 personas. Nacen menos niños que en 2005 y el número de fallecimientos supera a los que se registraban al principio del siglo.
En concreto si en 2005 vinieron al mundo 19.007 castellano-manchegos, en 2015 lo hicieron 18.214 y en 2016, 17.727. En tan solo 6 años, desde 2010, la tasa de nacimientos ha caído un 19,42 por ciento. En el mismo periodo el número de fallecimientos se incrementó en nuestra Región en un 8,98 por ciento. En el año 2000 murieron 16.752 castellano-manchegos. En 2005 fueron 18.028. En 2015 se alcanzaron los 19.923 fallecimientos y en 2016 bajaron a 19.024. Esta cifra equivale a una tasa de mortalidad de 9 personas por cada mil, habitantes. La media española es de 8,8.
Si hace seis años, la tasa vegetativa (nacimientos menos defunciones) era positiva y en Castilla-La Mancha el saldo era de 4.541 natalicios más que el número de fallecimientos, en 2015 ya se había producido una inversión y la tasa vegetativa era negativa y presentaba 1.709 defunciones más que nacimientos. La tendencia, aunque más suavizada se repite en 2016, donde se produjeron 1.297 fallecimientos más que nuevos niños vinieron al mundo
En total los movimientos migratorios y la tasa vegetativa negativa (mayor número de defunciones que de nacimientos), han provocado que a mediados del año pasado, Castilla-La Mancha tuviera El menor número de habitantes desde 2011. En concreto las personas que residimos en la Comunidad somos 2.044.053 a 30 de junio de 2016, frente a los 2.103.317de cinco años antes. Desde el primer trimestre de 201 al primer trimestre de 2017, Castilla-La Mancha ha perdido población activa. En concreto hace seis años había en nuestra Región 1.010.300 personas activas y ahora la cifra se ha reducido a 994.300, es decir, en 16.000 personas. La tasa de ocupados, es decir de gente trabajando, también se ha reducido en la misma cifra en ese periodo, de los 786.800 a los 770.800.
Esta caída de población (tanto total como activa y ocupada) y la evolución de los principales datos demográficos preocupa por el impacto futuro en el sistema de pensiones, el mercado de trabajo, la productividad y la competitividad de nuestra economía y el sistema fiscal por el que se sostiene el Estado y se produce una redistribución de rentas.
El índice de fecundidad que mide el número de hijos por mujer se situó en 1,34. En cuanto a las interrupciones voluntarias de embarazos, los últimos datos, de 2015, indican una tendencia a la baja desde 2011 en Castilla-La Mancha. En concreto, en 2015 se registraron 7,38 abortos por cada mil mujeres de edades entre 15 y 44 años. La cifra es la segunda más baja desde 2006, año en el que se totalizó una tasa del 6,71 por mil. Nuestra Región ocupa el número 13 en tasas de interrupciones voluntarias del embarazo. Sólo La Rioja (5,64 por mil), Extremadura (5,89), Castilla y León (6,33) y Galicia (6,6) tienen una tasa inferior.
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