Cuando la crisis financiera de 2008, el sistema público de salud perdió personal sanitario, se restringió la formación de nuevos especialistas y se abandonó la inversión, lo que derivó en un progresivo deterioro en la atención sanitaria. En Castilla-La Mancha se puso en marcha un plan de choque para rebajar esa situación mediante conciertos con la sanidad privada y con incentivos en el sector público.
Desde hace cinco años, se ha producido una política de recuperación de las inversiones en infraestructuras sanitarias, un plan de renovación del equipamiento tecnológico y aumentos de plantilla.
El año que viene prácticamente uno de cada tres euros que gastará el gobierno regional será en sanidad. La nómina del personal sanitario de nuestra Comunidad costará 1.802 millones de euros, el 45,5% del total del gasto de personal del gobierno regional. La inversión en obras y equipamiento tecnológico del sistema regional de salud alcanzará los 269 millones de euros, de los 824 que va a gastar el gobierno en todos los departamentos.
El año que viene el Servicio de Salud de Castilla-la Mancha ampliará sus efectivos de atención sanitaria en 177 personas, hasta llegar a los 26.559 trabajadores, lo que mantiene al SESCAM como el mayor empleador de Castilla-La Mancha.En concreto el organismo autónomo dependiente del gobierno regional aumentará su cuadro facultativo superior en 114 personas, con lo que totalizará 6.651 profesionales. Además, el cuerpo ejecutivo aumentará en 48 trabajadores y el de auxiliares en 60. Sin embargo, reducirá el de técnicos en 47 y el de subalternos en 8.
Las cifras son elocuentes, el sistema se refuerza y trata de fortalecer sus costuras, pero sigue habiendo agujeros que están más ligado al sistema nacional que a las políticas regionales: la formación de Médicos Internos Residentes o la fidelización de los ya formados mediante una normativa protectora de la inversión pública realizada en la formación de especialistas que terminan emigrando a otros países por las mejoras laborales.
Esto hace que, el sector público tenga que acudir cada vez más a la colaboración con el sector privado. En 2022 y según el estudio de la Fundación Idis (Instituto para el desarrollo e Integración de la Salud), que aglutina al sector privado, nuestra Comunidad ha aumentado en un 10% los fondos para los conciertos con la sanidad privada para intervenciones quirúrgicas. La cifra llega a los 17,1 millones de euros, un 57,2% más que en 2019, antes de que la covid golpeara al sistema sanitario. El dinero a acuerdos para atención especializada crece un 3,6% respecto al año pasado y un 64,6% respecto a 2019. Todo ello, a pesar de que la sanidad pública ha avanzado más que la privada en equipamientos técnicos y mejorar de hospitales.
Con estos movimientos laborales, el personal en instituciones sanitarias de nuestra Comunidad estará conformado el año que viene por 6.651 trabajadores del cuerpo superior (médicos), 8.925 del grupo técnico (enfermeros y otros especialistas), el de auxiliares por 6.930, el de subalternos por2.493 y el ejecutivo por 1.560.