En el caso de nuestra región, el déficit llega a los 742 millones de euros, equivalentes al -1,61% del PIB, por detrás de Murcia (-1,79%) y Valencia (-1,70). La media del sector autonómico se sitúa en -0,45% (equivalentes a unas necesidades de financiación extraordinaria de 5.879 millones de euros), dentro del límite de referencia establecido en el 0,6% y que cumplen todas las Comunidades, a excepción de las tres señaladas, Cataluña (0,7%) y Navarra (0,7%). Seis regiones presentan unas cuentas con superávit, encabezadas por La Rioja (+0,45%), Asturias (+0,32%) y Baleares (+0,31%).
Los datos globales reflejan ya la vuelta a las cuentas previas a la pandemia y dejan atrás dos años excepcionales. Así en septiembre de hace un año las regiones presentaban un superávit de 8.323 millones de euros, equivalente al 0,69% del PIB, frente al déficit actual de 5.879 millones de euros, una diferencia de más de 14.200 millones de euros de un ejercicio a otro. La situación de Castilla-La Mancha no es ajena a ese comportamiento general y pasa de 241 millones de superávit en septiembre de 2021 (+0,57% del PIB), al déficit de 742 millones de euros, con una diferencia en la capacidad o necesidad de financiación de un año a otro de 983 millones de euros.
Tras esta brecha se encuentra una caída de los ingresos del 2,9% interanual equivalente a 182 millones de euros y un crecimiento disparado del gasto, de 801 millones de euros (13,2%). La pérdida de ingresos viene reflejada en el epígrafe de transferencias entre administraciones y en el de restos de recursos, en los que se engloban los fondos europeos y de diversos ministerios, así como los recursos extraordinarios.
En este último apartado influye con fuerza y en negativo la desaparición del fondo extraordinario covid y la demora en los fondos FEDER y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. En el lado opuesto del balance, la recaudación extraordinaria del IVA de 2017 pendiente de liquidar por el Ministerio y una partida extraordinaria de compensación de la liquidación negativa del IVA de 2020, con motivo de la reducción del consumo por la pandemia y las restricciones adoptadas sobre la actividad empresarial y la movilidad.
A finales de septiembre, la Comunidad había ingresado 6.131 millones de euros, frente a los 6.313 de un año antes. En el caso de los gastos, había materializado 6.873 frente a los 6.072 contabilizados al cierre del tercer trimestre de 2021
En el caso de los gastos, se dispara la nómina de los empleados públicos, un 4%. Hay que tener en cuenta que esta partida representa el 46,4% del total del gasto realizado por la Comunidad hasta la fecha. También suben las transferencias entre administraciones, que ha pasado de los 292 millones de euros del año pasado a los 813 en el presente, y los consumos intermedios de la administración regional, que suben un 7,2%, de 1.029 millones de euros a 1.103.
Como ya anticipó clm21.es el desequilibrio en las cuentas de Castilla-La Mancha se mantiene en octubre, donde la ejecución presupuestaria refleja que se agrava el déficit y se mantienen las causas que lo motivan. Si en septiembre el saldo presupuestario era deficitario en 7 millones de euros, en octubre alcanzó los 27. Esos saldos son sometidos a los criterios de contabilidad nacional para determinar el déficit de la Comunidad. En el caso de septiembre el déficit presupuestario de 7 millones de euros se ha convertido en un déficit contable de 742 millones.
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