Tras la fuerte caída registrada durante la peor parte de la pandemia, la tendencia apuntaba a que 2022 sería el año de la consolidación de la senda de recuperación iniciada en 2021. Sin embargo, factores como la invasión militar de Rusia a Ucrania, la crisis del transporte y de suministros o el fuerte encarecimiento de la energía han desembocado en un nivel histórico de inflación que han provocado un giro de tendencia en el consumo de vino en España; especialmente a partir del segundo semestre del año 2022. Así, el consumo de vino en España registró un descenso del -7,2% en términos de volumen en el interanual a noviembre de 2022, hasta los 9,64 millones de hectolitros, según los últimos datos del INFOVI (Sistema de Información Vitivinícola, habilitado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación). E
El consumo interanual de vino en España ya cayó en términos de Tasa Anual Móvil (TAM) a octubre de 2022 (-0,4%), tras enlazar 13 meses consecutivos en positivo. Los malos datos de noviembre, peor mes de 2022 a nivel de variación (- 31,3%), consolidaron dicho descenso.
Según el análisis del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), el consumo de vino en España por meses arrancó con muy buenos crecimientos en enero y febrero; llegando a alcanzar entonces un crecimiento acumulado de +20,8%. Desde entonces -coincidiendo con el inicio de la invasión rusa de Ucrania- se empezó a observar cierta ralentización del consumo de vino, que derivó en una clara contracción del mismo, a partir de julio de 2022.
Por canales, los datos de Nielsen IQ muestran aún un crecimiento en el conjunto de Alimentación y Hostelería, sobre todo en términos de valor. Las ventas de vino en Hostelería, canal que más sufrió las restricciones comerciales derivadas de la pandemia, siguen creciendo de forma muy positiva (+29,3% en volumen, +40,9% en valor), aunque su ritmo se desacelera respecto a los periodos anteriores. Por su parte, parece estabilizarse la caída en Alimentación (-6,5% en volumen, -1,8% en valor), donde las ventas crecieron de forma extraordinaria durante el confinamiento. El precio medio alcanzó su máximo histórico en ambos canales, tras superar los 6 euros/litro en Hostelería y los 4 euros/litro en Alimentación.
La mejor evolución en los últimos años de los vinos con mayor valor añadido, sobre todo de vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP) -son, junto a los espumosos, los que mejor se comportan en España en el TAM Oct-Nov 2022-, explican esta tendencia de precios al alza. Sin embargo otro de los factores decisivos es que 2022 ha sido un año en el que se alcanzaron niveles históricos de inflación, por factores como el fuerte encarecimiento de la energía y el combustible o la crisis de transporte y suministro de materiales, agravados por la invasión militar de Rusia a Ucrania.
Así, si descontamos a las tasas de variación la evolución interanual de la inflación y calculamos el valor de venta deflactado, el precio medio apenas subiría en Hostelería un +1,7% (frente a una subida del precio, en valor nominal, del +9%), mientras caería un -2% en Alimentación (frente a un aumento en valor nominal del +5%). Todos los vinos seguirían creciendo a muy buen ritmo en términos de valor en Hostelería, aunque a un ritmo bastante menor que en valor nominal, mientras que en Alimentación todas las categorías registrarían pérdidas, a diferencia de lo analizado en valor nominal, criterio según el cual aumenta el valor del espumoso y del vino sin DOP ni IGP.
Si (
No(
