El resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 951,4 millones de euros, un 18,3% más que del año anterior, acompañado de un crecimiento de la rentabilidad, según ha informado este viernes la compañía.
El grupo ha achacado esta mejora a la buena evolución del negocio, la optimización de costes y los aciertos en la gestión, lo que ha permitido consolidar la senda del crecimiento y alcanzar los mayores beneficios de los últimos años, a pesar de la situación económica, del efecto que la inflación y los tipos de interés provocan en las familias y del impacto negativo que supone el elevado precio de la energía.
En este contexto, el beneficio neto recurrente alcanzó los 207 millones de euros, un 72% más y el más alto de los últimos años, pese al lastre que ha supuesto el incremento en 150 millones de euros el coste de la energía.
Asimismo, la fortaleza financiera del grupo se ve también reflejada en la disminución de la deuda financiera neta, que se sitúa en 2.295 millones de euros, el nivel más bajo de los últimos 15 años.
"Esta sólida posición financiera, junto a la fuerte recuperación de la rentabilidad, van a permitir al Grupo abordar nuevos proyectos de cara al futuro", ha destacado.
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