Primero han publicitado por tierra, mar y aire, algunos datos parciales de turismo –los más favorables- y se escuece cuando se le hacen ver los otros –los que completan el cuadro-. Ha gastado mucho dinero el gobierno, a través de la fundación Impulsa, -que es la madre de todas las fundaciones- en traer a periodistas noruegos, rusos y de otros territorios del frío para que canten en sus tierras las alabanzas de la nuestra, a fin de que sus paisanos nos visiten. Todavía es pronto para que esa iniciativa haya dado resultados, si es que lo llega a dar, porque hay quien desde la experiencia dice que eso sólo es un gasto de escasos resultados.
Sea como fuere los datos del Instituto Nacional de Estadística –que es el gran medidor de lo que acontece en España- dicen que en lo que llevamos de año, nos visitan más gentes de dentro y de fuera del país –algo bueno, sin duda- Pero la nota turística de coyuntura de la Encuesta de Población Activa –que también elabora el INE- dice que en los dos últimos años, incluidos los meses del actual, se destruyen empleos –casi 3.000- en el llamado motor de la economía –algo malo que debería hacer reflexionar para tratar de corregir los fallos- El gobierno recurre a otro índice, el de afiliaciones a la Seguridad Social, para complacerse y lanzar la media verdad. Dice la Seguridad Social que los trabajadores del código CNAE relacionado con el turismo han aumentado ligeramente, un 1,6 y se sitúa en nuestra región en 47.533.
La diferencia es que el Instituto Nacional de Estadística en uso de la metodología europea incluye en el empleo que mueve el sector turístico no sólo a la hostelería (alojamiento y servicios de comidas y bebidas), también al transporte de viajeros y a otras actividades turísticas. Así la cifra de empleos que mueve el sector turístico crece en nuestra Comunidad hasta los 82.269. Esos son los datos oficiales de los departamentos especializados que estudian el turismo en España (ver DATATUR). Unos departamento que también contemplas los movimientos de altas y bajas en la Seguridad Social, como dato parcial.
Dice también el Instituto Nacional de Estadística que, aunque nos visitan más personas, la estancia media de sus visitas se mantiene igual o por debajo de los meses de 2016 -Y claro eso mejor callarlo-
La realidad es que ha crecido el número de visitantes, que en ello algo habrá tenido que ver el Plan Estratégico del Turismo que tanto dinero nos cuesta a los castellano-manchegos –al césar lo que es del césar-, pero se mantiene el modelo y no se logra cambiar la tendencia de que Castilla-la Mancha sea tierra de visita rápida. En vez de moverse en la complacencia, en las fanfarrias y tambores, el gobierno deberían tratar de corregir esa tendencia a fin de que a más tiempo de estancia, mayores ingresos y, mayor empleo, que es lo que interesa.
La publicación de los datos de turismo coincide en el tiempo con los del comercio exterior de nuestra Comunidad. Y dicen estos, que de Castilla-la Mancha salen más millones de euros de los que entran en la relación comercial internacional, que compramos más que vendemos y que esa situación se agrava. Mal balance para la demanda externa, que es un indicador que conforma el Producto Interior Bruto. El gobierno se mueve en la complacencia y habla sólo de las exportaciones. Obvia lo de las importaciones. Sólo el consejero de Hacienda se refirió en la rueda de prensa sobre los acuerdos del Consejo de Gobierno y de soslayo a las importaciones de bienes de equipo. Porque estas indican que nuestras empresas se estarían capitalizando en maquinaria, -dato positivo- pero que son dependientes del exterior –dato negativo-. Sea como fuere la demanda externa, tira a la baja en el crecimiento del PIB regional, que es el indicador de la riqueza regional –que es lo que debe preocupar-
Y por lo que respecta al PIB, los datos anticipados indican que en el primer semestre Castilla-La Mancha crece por debajo de la media nacional –grave- y por debajo de sus propias previsiones –más grave aún- y todo ello en un contexto nacional en el que el PIB de España supera sus propias previsiones e indica que la economía nacional mantiene su velocidad de crucero y no desacelera, como inicialmente se había previsto.
Dice el consejero de Hacienda que a final de este año, y del que viene y en 2019 y en 2020 Castilla-La Mancha crecerá igual que el resto de España. Un buen deseo sin duda. Ahora sólo hace falta que lo que ha visto en la bola de cristal se haga de este mundo. Aún más, que se haya quedado corto porque los datos que mueven a la satisfacción al gobierno indican una desaceleración de la economía castellano-manchega que de crecer al 3,1 por ciento el año pasado pasará al 2,4 por ciento en 2020. El gobierno satisfecho y sacando pecho –virgencita que me quede como el resto de España-
Lo único que crece y a buen ritmo es el número de personal político. Reconoce el gobierno regional que la reestructuración realizada para dar entrada a Podemos en el ejecutivo se va a traducir en un equipo de 9 personas más.
Y estos datos y hasta los del crecimiento de las donaciones de sangre –que el ejecutivo presenta como si fuese un éxito del gobierno y no un reflejo de la solidaridad de las buenas gentes castellano-manchegas- armarán el debate del estado de la región, que se celebrará el próximo mes en medio de la “estabilidad institucional”, que es como el gobierno denomina al pacto con Podemos. Un debate que fuentes parlamentarias sitúan más pronto que tarde, antes del proceso de primarias del PSOE y lo más alejado posible del congreso regional del PSOE. Por cierto que José Luis Blanco, el alcalde de Azuqueca agita las agrupaciones socialistas de Toledo, está decidido a conquistar las casas del pueblo del territorio de García-Page para relevarle al frente del PSOE castellano-manchego
Si (
No(
