Tres días después del paso de la tormenta el recuento de pérdidas en el colegio es interminable. Muebles, equipamiento tecnológico, material escolar… “En infantil no ha quedado ni la plastilina”, denuncian.
A una semana del arranque oficial del curso escolar en Castilla-La Mancha, el panorama en el San Juan Bautista es desolador. Los profesores son los que se están encargando de la titánica limpieza de las instalaciones del colegio.
Aulas llenas de barro, casi todo el mobiliario salvo las sillas y las mesas de primaria inservible; lodo por encima del tobillo en el patio y restos de la riada en el exterior.
La única ayuda externa que han recibido a lo largo de la jornada, la de vecinos y las familias del colegio, especialmente la de un padre que ha acudido a la llamada con una excavadora y cuatro operarios para intentar retirar el barro que se acumula en el patio. Esta situación ha llevado al personal a iniciar una campaña de difusión a través de redes sociales para conseguir llamar la atención sobre la dramática situación en la que se encuentra el colegio.
En el San Juan Bautista necesitan avanzar con las labores de limpieza con más personal, al igual que se ha proporcionado medios humanos a otras localidades de la zona y, al menos, disponer de algo de mobiliario para poder arrancar en las aulas, sobre todo en Educación Infantil, donde no han podido salvar nada: “Quedan cuatro paredes llenas de barro”.
El Ayuntamiento del municipio, de apenas 2.500 habitantes, no da abasto tras el paso de la riada y todavía no ha habido comunicación por parte de la Consejería de Educación, desbordada igualmente tras las inundaciones del pasado domingo.
La petición del personal del San Juan Bautista es clara: Necesitan cuantas más manos mejor para ayudar en la limpieza y restablecer cuanto antes un mínimo de material para poder iniciar el curso lo antes posible y evitar así que las consecuencias de esta Dana las paguen los niños del municipio y su educación.