El incremento de las devoluciones en compras online ha supuesto un gran desembolso para las marcas, haciendo que muchas se planteen medidas más estrictas para atajar la sangría. La primera de todas fue Inditex, matriz de Zara y otras formas, que anunció en mayo de 2022 que comenzaba a cobrar una cuota fija de 1,95 euros por las devoluciones a domicilio en treinta de sus mercados de e-commerce.
La última marca en sumarse a esta tendencia es H&M, el gigante de la moda sueco, que acaba de anunciar que cobrará por las devoluciones online en Reino Unido.
De esta forma, se fomenta la devolución en tienda y en puntos de entrega, que sí son gratuitas, y obviamente requieren un coste menor para las compañías.
Otros grandes del sector con gran presencia en nuestro país, como Mango, también barajan sumarse al cobro de las devoluciones a domicilio en un futuro cercano.
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