Tras algunos contactos, las relaciones volvieron a restablecerse en enero de este año lo que permitió al ejecutivo presentar un proyecto de ley consensuado con Podemos.
Pero los congresos internos de primavera tanto en Podemos como en el PSOE, llevaron a la formación morada a desmarcarse en el último minuto de la aprobación de la ley, votando en contra en el pleno del 7 de abril, en el que se presumía que iban a estar aprobados.
En el congreso del PSOE salió victorioso Pedro Sánchez, en cuyo derrocamiento había participado activamente García-Page. En Podemos, García Molina salió reforzado. Con ese escenario y con unas encuestas que indicaban que en unas elecciones desaparecería Podemos y con una fuerte debilidad interna de García-Page, que tampoco lograba acaparara los entusiasmos electorales, García-page y García Molina decidieron salvarse mutuamente y llegar a un pacto de gobierno que desterraba un posible adelanto electoral y daba tranquilidad a ambos políticos en sus carreras personales.
El acuerdo de gobierno se vistió también como acuerdo presupuestario. Podemos se comprometía –esta vez sin lugar a marcha atrás- con el proyecto presupuestario y de gobierno del socialista García-Page. A cambio obtenía una vicepresidencia y una consejería en el gobierno, además de siete liberados.
El gobierno presentó los presupuestos. Tenían ligeras modificaciones. Fundamentalmente que el estado iba a enviar más dinero este año a Castilla-la Mancha y que el gobierno reconocía que en sus anteriores presupuestos había inflado la partida de ingresos por tributos propios, que ahora corrigió a la baja
Ahora el presupuesto corría prisa. En las filas del socialismo oficial querían que estuvieran aprobados el 31 de agosto. Para ello se diseñó un calendario de tramitación exprés, que descartaba la consulta del proyecto de ley al Consejo Consultivo, también las comparecencias de los consejeros en las Cortes para explicar el proyecto e incluso copiaba literalmente la mayor parte del presupuesto que Podemos se negó a apoyar en abril. Dejó que algunas pequeñas variaciones fueran presentadas conjuntamente por los grupos parlamentarios de PSOE y Podemos. Con esas propuestas saltó la primera sorpresa, los grupos de izquierdas proponían que los altos cargos del gobierno que fueran consolidaran de forma vitalicia el nivel más alto, el que se les otorga como altos cargos. La media favorecía a las dos incorporaciones de Podemos en el gobierno. El ejecutivo se vio obligado a tratar de frenar el escándalo pidiendo a los grupos políticos que retiraran la enmienda.
Y si ese fue el primer encontronazo interno, las prisas y los errores de cálculo provocaron que el presidente de las Cortes relevara al frente de la Comisión al titular dela misma, el popular Lorenzo Robisco, para evitar que se pudiera dilatar el debate de las enmiendas y el proyecto de ley no estuviera aprobado hoy.
La decisión ha provocado una fuerte bronca política. El PP acusa al gobierno y a su presidente de haber forzado la situación en una clara injerencia del poder ejecutivo en el legislativo y comparan la situación con la que se ha dado en Venezuela, donde el presidente Maduro se ha buscado su propia Asamblea Parlamentaria que sustituyera a la existente, de mayoría opositora.
Lo cierto es que García-Page necesitaba tener aprobada la ley antes de que el domingo el comité regional convoque el congreso regional y el proceso de primarias, donde ya cuenta con al menos un rival, el alcalde de Azuqueca de Henares (Guadalajara), el sanchista José Luis Blanco, que lleva quince días de campaña por la región y que ha pedido abiertamente que hablen las urnas para sustituir a García-Page.
En este escenario político, el contenido del presupuesto quedaba en un segundo plano, máxime cuando faltan tan sólo cuatro meses para que termine el año y cuando el dinero que se ha indo ingresando e incluso el que no se ha ingresado se ha ido gastando en diferentes actuaciones hasta el punto que en algunas partidas y materias –como ha desvelado clm21.es- no quedan fondos, se ha gastado más dinero que el que contempla la ley que hoy se aprueba y que queda en papel mojado. Además, el debate ha coincidido con la aprobación del gobierno del marco económico para los próximos años, en los que el ejecutivo de García-Page da por sentado una fuerte desaceleración económica.
Todo esto ha convertido al presupuesto en mera arma de comunicación política. El Gobierno lanzó ayer media docena de notas de prensa diciendo lo que el presupuesto aporta para cada departamento. PSOE y PP comparecieron incluso antes de que se iniciase el debate. La portavoz del PSOE, Blanca Fernández pedía que se rebajara la tensión y repetía la frase publicitaria “Son unos presupuestos más sociales y más inversores”. El del PP, Francisco Cañizares, se hacía eco de la revelación de clm21.es y decía “los presupuestos que van a aprobar previsiblemente el PSOE de Page y Podemos son totalmente falsos porque nacerán con partidas ya agotadas. En algunas materias ya se han gastado más de lo que han presupuestado”,
Y Cañizares también apuntaba al impacto de la gestión del gobierno y de sus presupuestos en la desaceleración económica que se está registrando y que el gobierno prevé que se va a agravar.
Además, Cañizares metía el dedo en la llaga al indicar que “la única gran diferencia entre lo que pasó en las Cortes el 6 y 7 de abril –cuando se debatieron y votaron los presupuestos fallidos- y los actuales es que ahora tenemos dos consejeros de Podemos, una diferencia que no sirve para que el PP dé su voto a favor. Nuestra región ha vivido un drama durante los últimos meses en el ámbito político y parlamentario debido exclusivamente a los intereses personales y a la subsistencia política de Page y Podemos”. En los mismos términos se expresaba su compañera de Grupo, Ana Guarinos, para quien este presupuesto nace por mantener –en el caso de García-Page- u obtener unos sillones –u obtener en el caso de Podemos-
Si (
No(
