Una práctica que se ha extendido en los últimos años en muchas ciudades europeas y que, en Toledo, “puede ocasionar un grave daño en el patrimonio histórico”, ha asegurado Molina.
Aun así, desde la concejalía de Obras y Servicios se está trabajando en la colocación de una estructura “donde los ciudadanos puedan colocar esos candados sin dañar el patrimonio cultural y artístico de una ciudad como la nuestra Patrimonio de la Humanidad”.